Día 11

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Querida Olivia,

Hoy extrañé verte. Espero que en algún momento vengas un domingo a casa a pasarlo en familia, disfrutar de la pileta, del aire libre, de la paz y tranquilidad que otorga el pueblo donde vivo. 

Hoy quizás te cuente un poco más de mí diciéndote que siempre tuve complejos con mi cuerpo. El ser rellenita no me gustaba, ni me gusta. Me molesta sentarme en una silla y que por más derecha que me ponga, siempre se me arrugue la panza en esos rollos horribles y enormes.

Pero por más que no me gusten, los amo. Son una parte de mi cuerpo y sin ellos, estoy segura que no sería ni la mitad de lo fuerte que soy ahora. Las burlas por ellos me fortalecieron. "Lo que no te mata, te hace más fuerte" dicen, y así fue. Hoy en día acepto mi cuerpo como es, con estrías, con celulitis, con grasa en la panza y en la zona de los abductores. Estoy tomando medidas para cambiar lo que no me gusta y tonificar los músculos que hay debajo de la grasa.

A lo que quiero llegar es que no dejes nunca que nadie te pase por encima ni te pisotee. Intentá tomar las críticas constructivas, las que te sirvan para ser mejor, y aquellas palabras de aliento, consejos y demás que te impulsen a seguir. Las palabras dañinas y que solo quieren destruirte, dejalas de lado, usalas de experiencia para hacerte más fuerte y que sean un empuje más para llegar a la meta.

Muchas chicas por tener complejo con su cuerpo, cayeron en la anorexia y en la bulimia. Dos enfermedades que pueden ser letales si no son captadas a tiempo. Otras tantas cayeron en depresión. De los tres estados se puede volver siempre y cuando uno quiera, si no la ayuda que te brinden es en vano, son esfuerzos malgastados. Uno decide cuando salir de la mierda donde se metió. 

No quiero que pases por ninguna enfermedad y que si en algún momento tenés algún complejo o alguna inseguridad, lo hables conmigo, con tus papás, con tu familia. Siempre vamos a estar ahí para escucharte, alentarte, impulsarte, darte fuerzas cuando falten y aconsejarte. Como ya te dije mil veces, sos la mimada de la familia al ser la más pequeña. 

Lo que sientas que te hace mal, que te abruma, que te frustra: hablalo. Sacalo de tu organismo. Decir las cosas en voz alta las hace reales, las hace tangibles y, por ende, las soluciones vienen más rápido.

No calles nada de lo que sientas. Las inseguridades hay que liberarlas, dejarlas ir y quedarse con lo bueno.

Te amo mi pequeña mariposa.

Con amor,

Tu tía/prima.

Querida OliviaWhere stories live. Discover now