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↠  𝒾𝓇𝒾𝓃𝒶  ↞

Las amenazas de Karim no se habían cumplido hasta el día de hoy, la verdad ya hasta me había olvidado de él, era sábado, un día común y corriente, Eyal había hecho hotcakes y yo los comía, tradición de mamá.

—Cariño, el otro viernes hay una fiesta en casa de Franco, ve con Paris y yo iré solo, la rubia bonita requiere mi compañía— guiña y yo río negando con la cabeza

—Nunca cambias Eyi— él sonríe y sirve sus pancakes.

—Quiero hablar contigo— dice más serio

—¿Sí? ¿Qué es? — como tranquila

—Karim, ¿qué pasó con él?— habla molesto

—Nada importante, me lo encontré cuando se me hizo tarde y me abandonaste— lo veo mal y él sonríe burlón—el estaba molestando a una chica y yo la defendí, me dijo niña idiota, le contesté que la única niña idiota que veía era él y pues se enojó, me estuvo atosigando todo el día y le conteste igual, así que parece estar más que enojado. —trato de no darle importancia, pero la verdad me dejó pasmada con su amenaza.

—Hmm...—su mirada era acusatoria, como siempre lo era cuando hablabamos de chicos.

—Olvídalo y come— el rueda los ojos y continua con su desayuno.

(...)

—Ay— suspira —¿ya lo viste? Es perfecto—Paris habla como si estuviese enamorada.

—¿De quién hablas?— cuestiono para luego seguir su mirada para averiguar de que chico estaba enamorada ahora.

—Karim— oh no.

—No puedes estar hablando en serio Paris— la miro con notable molestia en mi voz.

—¿Que tiene?— me dice con molestia—Es guapo, con cara de malo, su presencia es peligro puro—suspira y muerde su labio—Todo un bad boy— ruedo los ojos mientras sonríe.

—Sinceramente, me das asco— río un poco, no puede estar hablando muy en serio

George viene hacia nosotras, me da un beso en los labios y sonrío

—Hola George— habla paris, con una sonrisa. El se la devuelve y me agrada que mis amigos y mi chico se lleven bien.

—Vengo a invitarlas a la fiesta del sabado, ya saben, la de Franco— asiento y el me abraza—¿que dicen, van?—

—Por supuesto que vamos— Paris paso de estar enamorada a un estado euforico. Yo sabía que estaba emocionada por ver a Karim de cerca y hasta tener alguna oportunidad con él, o bueno, por lo menos eso creo.

—Si, iremos— le dije y el me da un beso en la mejilla.

La campana nos interrumpe y visualizo a Karim mirandome entre la gente que se dirige a su clase, sus ojos me atrapan y no puedo apartar la mirada.

—Vamos Irina— George habla y salgo del trance, me disculpo y vamos a clase de literatura.

La semana se pasa aburrida, empezaba a sentir la rutina acaparar mis horas, los mismo maestros, las mismas clases y el mismo Karim mirándome cada que podía,  estoy harta de él, además, George ha actuado raro ultimamente, lo cual me preocupa. Paris, por otro lado, sigue siendo la misma de siempre.

Nunca va a dejar de venir a mi mente el cómo conocí a esa alta, rubia.

Flashback

Mi papá me llevo a casa de un amigo de él, porque mamá no estaba, al llegar vi una enorme casa, tenian de todo, hasta un perrito, de esos que le gustaban a Eyi.

—Pasa, irina, no te quedes atrás— mi papá me da un empujóncito para que me adentrara en la casa

—Eyal— habla un señor muy alto, como mi papá, con una voz grave y trae un traje, como el de papi.

—Dimitri— saluda mi papá al señor grande.— ella es mi hija, Irina— me escondo detrás de su pierna.

—Es muy linda, se parece a Ivanka— se agacha a quedar a mi altura— mi hija y tú se llevarán muy bien— gira su cabeza y llama a la que supongo es su hija— ¡Paris!

Una pequeña voz responde un "voy" y se escuchan unos pasos bajando por la escalera, una niña rubia, más alta que yo, llega a donde estamos nosotros y saluda con la mano.

—Lleva a Irina a conocer tu cuarto— ella sonríe y asiente, me toma la mano y la acompaño a lo que supongo es su cuarto. Papá se queda hablando de negocios con el señor grande.

—Soy Paris, ¿como te llamas?— me mira con sus ojos azules grandes

—Irina, ¿tienes un perrito verdad?— ella sonríe

—¡Si! Se llama Kitty, nos protege mucho— miro sus juguetes, tiene demasiados— ¿Quieres jugar?— le digo que si y saca sus muñecas, abre su enorme casa y comenzamos a jugar.

Unos ruidos se escuchan en la parte de abajo de la casa, llevamos jugando buen rato.

—¿que estará pasando?— habla Paris, me encojo de hombros y me levanto

—hay que averiguar— bajamos las enormes escaleras para encontrarnos al papá de Paris cubierto de rojo.

—¿Papá?— vociferó, pero no hay respuesta.

—El ya no está aquí, pequeña, tú madre vendrá pronto ¿okay?— esa fue la última vez que vi a mi padre, vestido de traje, con una pinta de que le hacía falta comer. Es mi ultimo recuerdo de él.

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Perdón por la tardanza, este es otro pequeño capítulo, que parecerá ser poco importante, pero ya verán, mil gracias por leerme. Con las buenas noticias que estamos en #10 de Ebba Zingmark, la pelirroja que le da vida a la pequeña Irina. Gracias otra vez, por todo.

RUSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora