Parte 2

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Pov. Will

Desperté junto la cabeza de Nico. Nuestras caras estaban muy cerca. Me le quedé viendo un rato.

Debo admitir que se ve muy lindo dormido, se ve tan tranquilo, relajado, en paz. Por primera vez me di cuenta de cómo cae su cabello sobre su pálida cara y creá un contraste hermoso.

Volteé a mirar el reloj, eran las 7:30 AM. Teníamos tiempo, me levanté de la silla, me estiré. Y decidí despertar a Nico.

— Nico despierta.— lo agarré de su hombro y lo comencé a mover lentamente.

Cuando despertó, bostezó. Se veía tan tierno.

— ¿Qué hora es? — preguntó adormilado.

— Tenemos tiempo— volteé a ver los papeles que estaban en el piso— ¿me puedes ayudar a llevarlos a la Casa Grande?

— Claro. — Nico hizo un movimiento con la mano y aparecieron tres esqueletos— ellos nos ayudarán.

Asentí con la cabeza. No me gustaba que el usará sus poderes, pero estoy seguro de que él y yo no teníamos ganas de ir y volver, ir y volver, ir y volver una y otra vez.

Cuando llegamos a la casa grande Quirón me vió y me dijo.

— Con qué me debías todo este papeleo, Will.

Me dieron ganas de decir: "Ammm sí", pero no lo dije. En realidad dije.

— Tengo que ir a hacer mi maleta...— estaba a punto de irme, cuando Quirón me detuvo, otra vez.

— Aquí está tu maleta.— Quirón sacó mi maleta azul claro y me la dió.

Estoy 67% seguro de que yo no había hecho mi maleta, a menos que sea sonámbulo y haya entrado a mitad de la noche a mi cabaña a empacar.

— ¿Quién empacó por mí? — pregunté curioso.

— Es obvio, fue..— Nico le lanzó una mirada asesina a Quirón, Quirón la vio y entendió algo que yo no— fui yo. Cómo sea, su vuelo sale en 6 horas a Venecia, y se quedarán en el Hotel Flora. La habitación está con el nombre de "Solangelo".

Los dos asentimos con la cabeza. Quirón nos dió nuestros boletos y nos acompañó a la camioneta negra manejada por Argos. Cuando puse mi maleta en la cajuela, ví que ya estaba la de Nico. Una maleta negra con un llavero de calavera.

El coche arrancó y el aeropuerto estaba a una hora y media. Al aeropuerto hay que llegar 2 o 3 horas antes para hacer el chequeo, el papeleo, lo de las maletas y esperar el avión.

En el coche nadie decía nada, mucho menos Argos, él nunca habla. Entonces Nico comenzó a cantar una canción en italiano.

Yo no sé absolutamente nada en italiano, así que no entendía absolutamente nada de la letra, pero era absolutamente obvio que la voz de Nico es hermosa. Es dulce y suave, era la primera vez que lo escuchaba cantar y fue increíble, Nico me sorprende todos los días.

Varias horas y minutos después...

Al llegar al aeropuerto, Argos sacó nuestras maletas y nos despidió. Entramos al aeropuerto y ya habían personas por todos lados. El ruido era un poco estresante pero nada fuera de lo normal. Nos pusimos en la fila de nuestra aerolínea y esperamos.

Cuando después de 5 milenios llegó nuestro turno, la señorita nos pidió nuestro boleto, se lo dimos y comenzó a pesar nuestras maletas. Al parecer no tendríamos que pagar nada extra.

Después nos dirigimos al detector de metales y Nico tardo más de 10 minutos en poner todas sus cosas en las bandejas. Cómo sea, llegamos a la sala de espera y nos sentamos faltaba una hora y media. Esperamos, esperamos y esperamos.

— Estoy aburrido.— dijo Nico.

— Yo igual.

— Tengo hambre.

— Yo también. ¿Quieres ir a las tiendas?

Él asintió. Nos dirigimos a las tiendas, primero a un pequeño Starbucks donde yo compré un café negro y un sándwich, y Nico un chocolate caliente y una rosquilla. Lo comimos en silencio. Después, fuimos a una tienda, yo compré un libro de aventura para el viaje, y Nico un libro de terror de Stephen King, aunque también compró un osito de peluche.

— Pasajeros del vuelo a Venecia número 34, hagan favor de dirigirse a la entrada de la sala 2. Pasajeros de el vuelo a....

—Es nuestro vuelo, vamos Nico.

En la fila ví que todos entregaban su pasaporte y me alarmé ¡¿y mi pasaporte?!

— Nico..

— Toma— Nico sacó mi pasaporte de su sudadera negra. — No preguntes.

Agarré mi pasaporte. Se lo entregué a la azafata y ella me dedico una sonrisa. Entramos al avión.

— Nico, ¿cuáles son nuestras asientos?

— B35 y B36.

Encontramos los asientos y nos sentamos, Nico pidió el asiento juntó a la ventana y yo se lo dejé.

Después de unos minutos el avión despegó, después de mostrarnos el vídeo de seguridad. Yo fui el único que le prestó atención.

Los asientos tenían para ver películas, pero, Nico y yo preferimos leer.

Ya había acabado mi libro y Nico también. Eran aproximadamente las 12:00 de la noche, y lo acabamos tan rápido porqué lo único que hicimos Nico y yo todas esas horas fue leer.

Pero por alguna razón yo aún no tenía sueño, Nico estaba viendo la ventana.

Me puse los audífonos del avión y puse la película de manos milagrosas, Nico me miraba de reojo a veces. Pasadas una 10 veces de las miradas de Nico, me quite los audífonos y le dije.

— No sabes cómo poner una película, ¿verdad?

Nico negó con la cabeza. Reí por lo bajo.

— Yo te la pongo, ¿que película quieres ver?

— Cualquiera.

— ¿Has visto Up?

El negó con la cabeza.

— ¿No has visto Up? — pregunté incrédulo.

Se la puse, o sea, no puedes vivir sin ver Up al menos una vez en tu vida.

Después de una media hora de mi película, me quite los audífonos Porque me sentía un poco mareado. Volteé a ver a Nico y me asusté porque estaba llorando.

— ¡¿Nico, que pasó?!

Él se limpió las lágrimas, se quitó los audífonos, le puso pausa a la película y me miró.

— ¿Esto es una película para niños? ¡Es muy triste!  — dijo con la voz entrecortada y volvió a llorar. Yo lo abracé y sin querer me quedé dormido mientras lo abrazaba.

Viaje a Italia- SolangeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora