Lizzy se queda

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Kara no estaba segura de cuánto tiempo permaneció en los bordes de la atmósfera respirable. El tiempo suficiente para que ella estuviera casi adormecida por el frío y el silencio. El tiempo suficiente para que las ventanas de Alex estuvieran oscuras, su apartamento quieto y silencioso. Kara casi se da vuelta, reacia a dejar caer aún más de sus problemas en el regazo de su hermana, pero no tenía adónde ir. No con esto.

Y Alex le patearía el trasero si pasaba la noche congelandose en el espacio.

Kara trató de guardar silencio, atravesó su ventana habitual y aterrizó suavemente sobre la alfombra, pero se olvidó de Maggie.

"Mierda¡Maldita sea Danvers!"Maggie gritó, sacudiendo su mano. "¡Dile a tu maldita hermana que llame primero!"   

"¡Lo siento tanto!" Kara corrió hacia el congelador y trajo una bolsa de hielo. "No quise asustarte ..."

"No me asustaste", Maggie gruñó, quitándole el paquete de hielo de sus manos y presionándolo contra sus nudillos con un suspiro de alivio. "Si hubieras sido humana, estarías en el piso. Simplemente me sorprendiste, es todo. ¿No sabes que es mejor no acercarse sigilosamente a las personas con armas de fuego?"

"¿Cuál arma?" Kara sintió la necesidad de preguntar. "Me golpeaste ".

"Sí, bueno ... la dejé debajo de mi almohada", admitió Maggie, de mala gana. "Estaba tomando un trago de agua, no revisando el perímetro en busca de intrusos".

"¿Kara ...?" Murmuró Alex, bostezando y frotándose los ojos mientras se levantaba de la cama.

"Claro", resopló Maggie. "¿Quién más entraría por la ventana a mitad de la noche?".

"Se que es Kara porque", explicó Alex, solo medio despierta. "Ella tiene un sonido particular . Mi cerebro sabe quién es. ¿Qué pasa?"

"Alex ..." fue todo lo que Kara dijo antes de que su voz se rompiera y su visión se nublara con lágrimas .  

"Kara..." Alex la abrazó. "Estás helada ", la regañó. "Maggie, ¿podrías traer la manta de la cama? Primero te calentaremos y luego podrás hablar ".

"Claro ... mi mano está rota, y ella recibe el abrazo" Maggie se quejó, pero igual fue por la manta.

"Tu mano está bien", dijo Alex, tomando la manta y envolviéndola sobre los hombros de Kara antes de empujarla hacia abajo para sentarse en el sofá. "Si estuviera rota no estarías quejándote tanto".

Kara dejó que sus disputas familiares la inundaran, tirando de la manta bajo su barbilla. Ella estaba empezando a temblar. Alex arrastró a Maggie a la cocina y Kara escuchó los sonidos de la pava llenándose e hirviendo, y el murmullo de voces silenciosas lo suficientemente bajo como para poder elegir no escucharlas. Alex regresó con un plato de galletas y un vaso de leche.

"Habrá chocolate caliente en un minuto, pero aquí tienes un poco de azúcar ", dijo, colocándolos sobre la mesa de café.

Kara miró las galletas y sintió que las últimas defensas empezaron a desmoronarse.

"Ey tranquila..." Alex se sentó a su lado, envolviendo un brazo alrededor de sus hombros y acercándola cuando las primeras lágrimas se derramaron. "Está bien. Sea lo que sea, va a estar bien ".

"No no lo esta", lloró Kara, escondiendo su rostro en el pecho de Alex. "Está sucediendo de nuevo. Voy a perderlas ... "

"¿Perder a quién?"

Kara no sabía si reírse o sollozar, casi ahogándose con el nudo enredado en su garganta. "A mi familia ... Vamos a atrapar a Mxy y Lizzy va a desaparecer y entonces Lena va a odiarme , y no sé qué hacer porque se supone que soy un héroe pero las amo y las quiero conmigo ¡y no es justo, Alex! "

Deseo inesperado-SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora