εηcυeηтrα ℓαs dιez diƒereηciαs

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Vista de halcón, ese es el tipo de vista que debes de tener. ¿Conoces los videojuegos de guerra? ¿Te suenan los francotiradores? Pues bien, es algo muy similar. Necesitas que tu vista privilegiada pueda escanear cada milímetro del cuerpo de tu princeso, porque si no, es muy probable que tu cabeza pueda rodar. Es de vital importancia que puedas diferenciar cuando tiene un nuevo corte, una camisa nueva o cuando ha cambiado de perfume.

No soy extremista, pero los princesos como Ryeowook si suelen serlo, aunque si él pregunta diré claramente responderé que no. Yo aprecio mi vida.




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Habían pasado las festividades juntos, dormido juntos y conviviendo con la familia del otro, algo que los hizo sentirse mucho más cerca en la relación. Días después, tuvieron que volver cada uno a la realidad de sus responsabilidades laborales, por lo que fue difícil volver a verse hasta ese día.

Ryeowook estaba realmente emocionado, realmente le gustaba Kyuhyun, así que cada cita con él le motivaba para verse mejor que la vez anterior. Le gustaba tener charlas con él vía mensajes, porque Kyuhyun tenía una facilidad para hacerle latir el corazón hasta con simples textos y así podía gritar de alegría en la intimidad de su habitación, sin hacer el ridículo frente a su hermoso novio. Esa era la razón de haber tardado tres horas eligiendo la ropa que usaría en su tan esperada cita y otra hora más para terminar de arreglarse. Eligió una camisa de manga larga color blanco, encima un suéter tejido de un rosa pálido, un pantalón blanco entallado y un abrigo color arena para protegerse del frío. Caminó hasta su tocador para tomar un collar de oro blanco con el dije de una hermosa jirafa, un regalo de parte de su novio en la navidad pasada. Estaba ansioso porque viera lo mucho que había amado su regalo y sonriente, bajó de su departamento una vez que su novio pasó a recogerlo.

Fueron a cenar a unos de su restauran/bar que frecuentaban, charlaron durante la cena sobre su trabajo, familia y algunas reuniones con amigos que tenían pendiente. Kyuhyun podía asegurar que su novio se veía un poco ansioso, cosa que no lograba entender, siempre que a Ryeowook le disgustaba algo del lugar en donde estaban no dudaba en exponer su malestar. Temía que haber dicho algo en la cena que lo hubiera puesto de mal humor, pero no lograba encontrar algo que hubiese hecho mal.


Una vez que estuvieron en el auto camino de regreso al departamento del más bajo, Kyuhyun volvía a repasar innumerables veces su charla en la cena. Todo había parecido tranquilo, le había dicho lo hermoso que se veía con ese abrigo, pero sentía como si hubiese ignorado algo y rezaba a los astros que sólo fuera su imaginación. Ryeowook iba en completo silencio, podía ser el cansancio o ¿Se había cansado de él? No, eso no podría ser.

Llegaron a su destino en el mismo silencio con el que habían partido del restaurante, Ryeowook bajó sin decir palabra, esperando que Kyuhyun también bajara y lo acompañara hasta la entrada de su edificio.

- Bien -le dijo el bajito lo miró a los ojos seriamente-, estoy muy cansado, así que nos vemos después. Buenas noches.

- Amor -detuvo a su novio- y ¿mi beso de despedida?

- No creo que te lo merezcas.

- ¿Eh? -Kyuhyun lo vio sorprendido. Ryeowook evitaba mirarlo, una clara muestra de que algo había pasado y se sentía herido- ¿Hice algo?

- ¿Crees tu que hayas hecho algo?

La respuesta claramente era no, pero no podía responder eso, no sin que la bomba explotara. Decidió ignorar sus pensamientos, tomó dulcemente las manos del más bajo mientras las acariciaba con las yemas de sus dedos y le sonreía intentando ocultar el hecho de que no sabía el motivo de su enfado.

Mi princeso  -Kyuwook-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora