Cerca

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Unos minutos antes los chicos se habían rendido, ahora solo querían volver a casa y esperar a su cielo como si nada hubiera pasado. Cuando llegaron lo único que encontraron fueron tres coches medio destruidos y uno que otro cuerpo inerte.

-Chicos, ya sé de quién es este coche-dijo Takeshi mientras sostenía una sudadera muy familiar con el número 27 en el pecho

Todos comenzaron a registrar la escena mientras en busca de pistas que señalasen de donde provenían esos sujetos y del paradero de Tsuna



A otro par de kilómetros de distancia la parejita estaba dando las gracias a una amable pareja de ancianos que les había llevado un poco más cerca del pueblito más cercano. Caminaron por las calles ligeramente vacías salvo por aquellos donde los demás jóvenes transitaban rumbos a los bares o a las discos.

-Deberíamos invitar a los chicos, ¿no crees?-pregunto ella mientras disimuladamente le sujetaba una de sus manos

-Creo que sería bueno que los conozcas de otras formas- contesto él mientras entrelazaba sus dedos

El par de tortolitos se miraron por unos segundos antes de sonreír.

-Cualquiera pensaría que somos pareja-pensó ella en voz alta sin querer

-¿Acaso no los somos un poco?

Eliza lo miró sorprendida al notar dos cosas, que ella había pensado en voz alta una vez más y que Tsuna digiera eso en voz alta.

¿Realmente lo dijo?

¿Realmente lo dije?-se cuestionó el castaño haciendo que un bonito color rojo cubriera su rostro

Caminaron en silencio por las calles en espera de poder encontrar una forma de volver a la ciudad sin tener que caminar todo el resto del trayecto, pero en algún punto algo dentro del castaño se revelo y tuvo de esos extraños momentos de valentía donde era capaz de enfrentarse al propio demonio espartano que tenía como tutor.

-Realmente me importas, Eliza, yo... -mierda, mierda, mierda, este no es momento de acobardarse, no cuando estoy pasando tal vez el momento más importante de toda mi juventud- ¿Quieres salir conmigo?-pregunto rojo como un tomate- digo... más que c-cómo... di-go....

Decir que estaba en shock era poco, decir que jamás se esperó esa muestra de valor era mentir.

-Yo...

Who is she?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora