Capítulo 3

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Indeleble.
Capítulo tres.

El que no ama por miedo al fracaso, es como el que se suicida por miedo a morir. (Vanessa)

Con un gemido de protesta, César, suavizó el beso hasta separar el contacto de su boca y la de Victoria, quedando a solo milímetros de distancia. Tenía los ojos nublados de pasión y jadeaba estremecido. No quería terminar aquello, pero no iba a ser algo, digamos... ético, que alguien los encontrara haciendo el amor sobre el escritorio, pensó. Aunque le pareció buena idea.
Todavía sostenía a Victoria por la cintura, cuando ella se separó bruscamente.

V- Eso no estuvo bien. -le dijo, seca, mientras luchaba para recuperar el control-

C- ¿Qué cosa? ¿Qué te soltara o que te besara?

V- No estoy bromeando y sabes perfectamente a lo que me refiero.

César abandonó su broma ante el tono de disgusto de Victoria.

C- Discúlpame. -dijo, encogiendo loe hombros- Tienes razón, no debí hacerlo. Creo que no pude contenerme y me adelanté un poco.

V- Te pasaste. -dura y sin rodeos- César, yo no soy una chica de 18 años. Yo no juego a los enamorados.

Cesar frunció el ceño. El comentario de Victoria lo insultó pero se mantuvo lo mas sereno posible.

C- ¿Y que te hace pensar que yo estoy jugando contigo?

Victoria lo observó por unos instantes. Se le veía tan sincero. Tuvo que retirar la vista. Enseguida y se alejó de él, caminando hasta situarse detrás de su escritorio. Así recuperaría su respiración al menos un poco, pensó ella.

V- ¿Y qué mas puede ser? -continuó en la misma árida actitud- Llegas de la noche a la mañana, nos vemos solo un día, y al otro día vienes a mi oficina y me besas sin sentido. No hay otro nombre para eso.

César curveó sus labios, pensativo.

C- Acepto tu, tan exhaustivo, análisis de la situación. Aunque, a mi se me ocurren otras posibilidades. Mucho más interesantes.

V- Mira César, yo estoy muy tranquila en mi casa, con mi familia. Estoy contenta con mi trabajo. No voy a permitir que vengas a virarlo todo patas arriba. Y mucho menos que me faltes el respeto.

C- No te estoy faltando el respeto -pausó y respiró hondo. Ya la situación se estaba poniendo difícil- Esta bien. Yo entiendo y se que esta situación es difícil, pero solo estoy tratando de hacerlo mas llevadero. Lo último que quiero es que te sientas ofendida. Yo quiero acercarme a...

Cesar comenzó a acercarse a Victoria pero fue interrumpido.

V- Ya basta. -dijo Victoria marcando sus palabras y levantando una mano- Dejémoslo ahí. Tú te vas, y cada cual sigue su vida como estaba. Hagamos de cuenta que no pasó nada. -volvió su vista a los papeles-

César la observó por un instante. Que tenía aquella mujer que lo sacaba de control. La había besado de una manera bastante sugestiva, en plena oficina. Y ahora, así enojada, le provocaba tantas ganas de volverla a besar. No quería salir de allí. Pero tenía que ir con calma y controlar sus impulsos.

C- Pero pasó. Y ambos nos...

Victoria cerró los ojos y respiró fuerte.

V- No sigas. César, vete, por favor.

Cuando lo vio salir, sus fuerzas se cuartearon. Se recostó bruscamente del espaldar de su silla. Cerró los ojos y se acarició los labios con sus dedos. Dios mío, si aquel hombre tardaba un segundo más en salir, ella iba a tirar todos sus esfuerzos por mantenerse racional, por la borda, y entonces iba a correr a sus brazos para que le besara los labios nuevamente. Por suerte, se fue.

Indeleble. #VyCWhere stories live. Discover now