Indeleble
Capítulo 7
Cuando los primeros rayos del sol que iluminaban la habitación le acariciaron sus párpados cerrados, tuvo que despertar de su sueño. Se removió en la cama para estirar su cuerpo, dándose cuenta de que le dolía como si un camión la hubiese atropellado. Debe ser el efecto del terrible sueño que tuve, pensó Victoria, indecisa, si aún dormía o estaba despierta. Tomó una gran bocanada de aire y la soltó como lo haría alguien que respira por primera vez. Fue abriendo un ojo lentamente, el mismo que tuvo que cerrar inmediatamente la luz quiso invadir. Con una mueca de dolor se dio cuenta que un terrible dolor se había metido en su cabeza como ladrón en la noche, y que ahora se burlaba de ella con risotadas insoportables. Estalló el dolor de cabeza incluyendo su rostro. Estiró el brazo y encontró a un chiquitín a su lado.
Entonces, no había sido un mal sueño.
Con sumo cuidado fue abriendo los ojos, al mismo tiempo que su cabeza amenazaba con estallar. Estaba en la cama de Anuar y éste dormía tranquilo a su lado. Le tocó la frente y descubrió que la fiebre había desaparecido. Sus mejillas ya habían adquirido su color normal. Se inclinó y lo besó. Ya estaba bien, se dijo.
Se incorporó en la cama, sintiendo el dolor en el cuerpo mucho más fuerte de lo que pensaba. Miró el reloj. Eran las seis y media de la mañana. Soltó un gemido de dolor y cansancio. Había dormido, como mucho, una hora.
Los recuerdos comenzaron a llegar a su mente. El día anterior había sido demasiado intenso. En la mañana había pensado que el trabajo no se acabaría, y en la tarde...Tuvo que suspirar, todavía no se recuperaba de la impresión de ver a César de pie en la puerta de su casa, con un aspecto tan paternal, y que después casi le rogara que lo dejara cuidar de sus hijos. Había sido un error. Ella lo supo desde el principio, se obligaba a mantener la postura, pero la realidad era que había llegado como mandato del cielo. Tuvo que aceptar, que de no haber sido por él, no habría avanzado tanto con la preparación de la fiesta.
¡La fiesta!, se acordó de repente.
Había llegado el día de la fiesta y tenía que prepararse. Pero que haría si se sentía tan mal. Caminó hasta el espejo para ver su reflejo. El aspecto que tenía, difícilmente, pasaría desapercibido entre sus compañeros e invitados. Estaba pálida y ojerosa, tenía el cabello revuelto y el dolor de cabeza aumentaba sin piedad. No podía pedir mucho después de haber dormido una hora escasa. Se había pasado la mitad de la noche trabajando y la otra mitad en el hospital con Anuar. Luego había pasado una eternidad tratando de quedarse dormida. Pensando, pensando, pensando. "Se te queda un detalle", le recordó una vocecilla interior que había estado fingiendo no escuchar desde que abrió lo ojos. ¡Dios mío! ¿Cómo había sido capaz? Tuvo que haber estado borracha o hechizada. Pero no, estaba más cuerda que nunca y, si Anuar no los hubiera interrumpido, seguramente a esta hora lo hubiera encontrado a su lado, en su cama. ¡Casi habían hecho el amor! El solo recuerdo la hizo estremecer. Había actuado como una irreverente. Se dejó llevar por la pasión, la locura y el anhelo que sentía hacia ese hombre. Todo eso que debía estar enterrado diez metros bajo tierra. Lo había llevado hasta su cama. La cama que compartió con su esposo. A la que había jurado no llevar a ningún otro hombre, por respeto. El recuerdo de su esposo merecía respeto, pero sobretodo, quería compensar con su soledad todas las noches que había soñado con César. Todas las noches que había sentido su olor, había escuchado su respiración, había sentido su peso sobre ella y... el único que estaba con ella era su esposo. El lo había notado, estaba segura de eso. A veces se retiraba y se quedaba al otro lado de la cama, tieso, sin movimiento. No decía una palabra y apretaba los puños. Ella notaba su tensión. La hacía sentir peor. El no era violento ni nada de eso, solo una vez pensó que... no, se había equivocado. El no era un hombre violento.
YOU ARE READING
Indeleble. #VyC
FanfictionIndeleble es una historia vieja, que estaba en el foro de La Madrastra y fue escrita por una fan en el 2006, su nombre era Rosi. NO ESTÁ TERMINADA, porque la escritora la dejó ahí, pero es tan buena que creo que se merece que por lo menos los 10 cap...