Indeleble
Capítulo cinco.
V- ¿Vicky, ya terminaste o te fuiste por la tubería? -bromeó Victoria, detrás de la puerta del baño-
Al otro lado escuchó una risita malvada y divertida, pero encantadora.
Vicky- Sí, ya terminé. Es que no alcanzo la toalla.
Victoria entró al baño. Su hija estaba empapada.
V- Niña, estás toda arrugada. -la cubrió con la toalla y la tomó en sus brazos. Luego la colocó encima del inodoro para secarla- Mira, hasta estás más blanca de la cuenta.
Vicky- Ay, mami, por favor. -dijo, soltando una carcajada infantil- ¿Cómo voy a estar mas blanca?
V- Estas preciosa. -afirmó y depositó un beso en la frente de su hija. La colocó en el suelo- Ya estás. Ahora, vístete y baja que vamos a cenar.
Vicky- ¿Tú cocinaste? -dijo, asombrada-
V- Sí. Esta vez fui yo.
Vicky- Espero que no se te haya quemado como la última vez. -dijo, riendo para molestar a su madre-
Victoria entornó los ojos fingiendo estar indignada. Se llevaba bien con su pequeña hija. Le encantaba jugar y bromear con ella, igual que con Anuar. Tenía unos hijos muy especiales.
V- Pues, fíjate que no. ¡Chismosa! Esta vez no se me quemó. No seré la mejor cocinera pero trato. Y cuando pongo de mi parte lo puedo hacer bastante bien. -dijo, mientras caminaba para salir del baño-
Vicky- Pero eres la mejor mamá.
Esto detuvo en seco a Victoria. Vicky siempre era directa y expresiva, pero la ternura en la voz de la niña, esta vez, la hicieron sentir inmensamente bien. Quizás por que lo necesitaba más que nunca. Había pasado una mitad de semana ajetreada. Por fin era miércoles y había terminado todo lo referente a la fiesta de fin de año de los estudiantes. El jueves podría descansar.
V- Y yo tengo los mejores hijos en todo el planeta. -le guiñó un ojo a su hija y salió del cuarto de baño-
Si algo tenía Vicky era el poder de levantarle el ánimo a cualquiera. Y a ella más. No importa que estuviera haciendo travesuras, tarde o temprano había que reírse o sentirse orgulloso.
Bajó las escaleras y entró a la cocina. Allí estaba Anuar, sentado en el mismo lugar que lo había dejado.
V- ¿Cómo va eso?
Anu- Ya terminé. -dijo Anuar, con una tímida sonrisa y brillo en los ojos-
V- ¿Me lo vas a enseñar?
Anu- Claro. Es para ti.
V- Para mí. -dijo, y sonrió- Déjame ver.
Victoria se acercó a la mesa para ver de cerca el dibujo que había hecho su hijo. Realmente se sorprendió. Tenía mucho talento.
V- ¡Qué bello! Gracias. Me encanta. Y los colores que usaste están muy bien. Eres un gran artista. -decía, observando el dibujo, mientras el rostro de Anuar se iluminaba- ¿Somos nosotros, verdad?
Anu- Sí. Tú, José, Vicky y yo
V- ¿Y este espacio? -preguntó, sabiendo con exactitud la respuesta-
Anu- Ahí va papá.
El rostro y la voz de Anuar se tornaron tristes. Sombríos. Todavía no había podido superar completamente la muerte de su padre. Era un niño inocente pero tenía sentimientos grandes. Y ahora estaban encontrados. Victoria se preguntó cómo podía ayudar a su hijo. Había hecho todo lo posible, pero sentía que faltaba algo. Se sintió muy culpable. Tal vez con su propia actitud no ayudaba a su hijo. Tal vez se estaba proyectando en ella. Tenía que hacer algo para ayudarlo, ya no soportaba verlo así.
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Indeleble. #VyC
FanfictionIndeleble es una historia vieja, que estaba en el foro de La Madrastra y fue escrita por una fan en el 2006, su nombre era Rosi. NO ESTÁ TERMINADA, porque la escritora la dejó ahí, pero es tan buena que creo que se merece que por lo menos los 10 cap...