CAPÍTULO 6

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Ahora entraba el desenlace de esta historia. Aunque pensándolo bien no estoy segura de que así se le podría llamar. Suena algo importante, pero mi vida no tenía nada de aquella virtud. Era una simple vida, tal vez no como todas, tenía algo distinto. 

Pero si lo pensábamos bien, todas tenían algo distinto, porque eran propias. Y este era el caso de mi "Historia". Mientras escribo este insignificante párrafo de miles que ya he escrito, tal vez en mi feo y descuidado diario, en los cuadernos viejos que alguna vez utilicé, en servilletas, en las notas de mi celular, hasta en un papel que una vez encontré tirado en la estación del tren, etc. El caso es que mientras escribo, siento que no puedo. No puedo, porque esa fue mi historia, pero ahora tengo otra, y contar lo que alguna vez fue mío, es complicado. Ahora otros problemas están en mi cabeza, otras tristezas y otras alegrías, aunque en esa historia que cuento no hay tanta felicidad como debería.

Tal vez, de hecho. Algunas personas opinarán acerca de esta historia, pensarán que es totalmente falsa y descabellada, que fuí una persona inmadura, destructible y egoísta. No lo sé, pero nadie entenderá lo que le pasa a otra persona, hasta que esté en sus zapatos.

Bueno, continuando con lo que algún día perteneció a mi vida...

Ese día estaba bastante bonito, últimamente siempre lo estaban. Y me preguntaba porqué, ¿acaso el universo estaba conspirando positivamente? ¿O simplemente todo eso que tiene que ver con el clima estaba feliz? No lo sabía, y no era quién para saberlo tampoco, de hecho habían muchas cosas que pasaban por mi cabeza, como siempre; usualmente buscaba en Google y saciaba alguna de mis dudas.  Pero lo más frustrante, claro, era que en Google no salía una respuesta coherente y precisa de por qué mi vida había sido una tal mierda todos los días desde que nací. Pues habían cosas que eran mejor ni saber, o simplemente no había una respuesta para eso, tal vez ni el mismísimo Dios sabría, o sí, tal vez sí, pero estaba en mis manos, supongo, hacer de ella una mejor vida.

Pero claro, no me puedo olvidar de recordar que yo no lo quería así, momentáneamente. Y cuando quería que las cosas girarán a mi favor, siempre estaba ese obstáculo. Siempre había dicho que todo estaba en la mente. Pero siendo bastante sincera, ya no sabía que estaba en la mente y que no. Qué era real y qué no. Si mis sueños mezclados con la realidad tenían un propósito claro en mi vida, una enseñanza, algún motivo. O simplemente estaban empeñados en aparecer cada día por el maldito trauma que desde niña creé o crearon en mí.

Sinceramente creo que la última opción era la correcta, pero no lo sabía. No sabía muchas cosas que quería saber.

–Me voy.

Una frase, dos sílabas, dos segundos de sonido, y miles de sentimientos floreciendo de mi palpitante corazón roto. Un milisegundo de un momento solo bastó, para que yo y mi cabeza estuviera en blanco, observando los ojos de las personas más importantes de mi vida.

Decepción no podía ser, se decía que la decepción destrozaba un corazón lleno del amor más grande y lindo, si era el caso, y era producida cuando tú cometías un error, en contra de ti y los demás, una decepción de esas que siempre era experta en dar.

No era decepción, era... Algo inexplicable, simplemente era vacío y añoranza de lo que sabía que extrañaría, pero aún no lo hacía y eso era aún más extraño.

Siempre decía que el vacío se apoderaba de mí, pero esta vez tan solo fueron escasos milisegundos. Y eso me frustraba, y no por sentirlo, sino por no hacerlo como siempre lo sentía.

Algo estaba pasando dentro de mí, mis entrañas cambiaban y buscaba alguna clara explicación, pero no era capaz de encontrar algún motivo coherente.

Aún continuaba observando todo, poniendo todo en perspectiva, como siempre solía hacerlo. 

Cuando algo pasa, cuando es algo importante, solemos poner todo en perspectiva mientras el tiempo para sin parar, lo vemos así porque todo está mentalmente organizado para destruirte.

Ahora sentía algo diferente, había pasado más de un segundo ahora, pero parecían horas de pensamiento rondando por mi cabeza. Pero no, solo segundos, y así todo era siempre. Nos dejábamos engañar con el tiempo pensando que él nos esperaría, pero él seguía pasando, y nosotros aún allí, en esos segundos de tiempo.

–¿Qué harás?– Marco se escuchaba desconcertadamente sorprendido, dolido y extasiado por respuestas que pensaba no querer escuchar, pero lo que él no sabía, es que escucharía lo que en algún momento fue lo único que sus oídos desearon escuchar. ¿Tiene sentido no?

–Estudiaré.

Suspiramos todos, en diferentes momentos tal vez, pero todos supusieron escucharse al unisono. Pues una vez más, el tiempo lograba confundirnos y hacernos caer en una realidad posiblemente imaginaria.

–Viviré sola, en la ciudad, al otro lado de este feo vecindario.

Traté de hacer del ambiente un poco más ameno y tranquilo. Incluso un poco más de lo que ya estaba.

–En unos días me iré. Lo único que quiero es que se sientan orgullosos de mí, al menos intentar tapar cada una de mis desgracias. Solo eso.

(...)

6 de enero de 2016

Era difícil pensar que algún día, al abrir los ojos, no tener frente a ti lo que sabías que se encontraba, situado plenamente, a tu lado. El mismo reloj rojo que por mucho tiempo había estado allí, o aquella vieja cortina que se movía suavemente cuando la brisa corría. Incluso aquel techo lleno de imaginaciones sin sentido, o el colchón en el que soñaste y lloró, rió, y sufrió junto a ti... Era difícil deducir si todo aquello era mentira, que ya no estaba ahí.

Que las costumbres solo eso eran, costumbres y que otras nuevas podían surgir.

Era difícil dejar atrás aquel silencio que te hacía compañía, o aquellos retratos que decoraban con sonrisas toda la casa.

Era difícil pensar, que todo podía ser reemplazado, materialmente hablando. Pero los recuerdos, ese era el problema; el sacrificio, ese era otro gran problema.

Había pasado tanto tiempo tratando de reconstruir un hogar lleno de recuerdos y sacrificios detrás, y como si nada, todo era reemplazado. Pero el dolor no era por gusto, el dolor era por necesidad.

Aun no entendía porqué seguía escribiendo esto, era un poco liberal, pero a la vez me ataba a mi misma a una historia por mucho tiempo. Porque sabía que este diario, y estas páginas viejas jamás las soltaría. Y creo que el recuerdo era mas fuerte que el presente.

Todos estábamos acostumbrados a vivir de recuerdos, de imágenes impresas de momentos pasados llamadas fotografías, y de palabras dichas que tal vez no fueron demostradas. Y ese tal vez era uno de los errores más grandes del ser humano ¿no? pensar que todo siempre sería recordado, y que pertenecerán de esa manera con nosotros.

Pero el olvido era inevitable. 

De hecho, algunas personas decían que dejar ir era necesario, y que la distancia solo hacía al olvido, y que los recuerdos se borraban con otros más recientes, y que la vida giraba al rededor de todos, pero a la vez de nada, tal vez solo del sol.

Pero habían muchas cosas que eran contradictorias, y ese era el problema, o tal vez no. Que ninguna frase era propia para todos, y que nadie era perteneciente de nadie, de hecho ni de sí mismos.

 ¿Pero quién tenía la razón? ¿Era esa la verdadera pregunta? ¿O no?

Algunas personas creían el la persona indicada, ¿pero qué pasa si les digo que aquella persona indicada era la de otra persona? era un chiste pensar que todos teníamos razón ¡Porque no era así!

....Habían muchas cosas que entre más las pensaras, entre más vueltas les dabas, te dabas cuenta que: o estás perdiendo la cabeza, o realmente nada tenía sentido en la vida.

Y que eramos o somos un conjunto de ineptos intentando entender la vida y  todo lo que con ella conllevaba entender.




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⏰ Última actualización: May 15, 2018 ⏰

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