Ghost ☾ j.b. & you ~ Spanish version ~ Terminada.

Capítulo 10 : Juicio

Han pasado tres días desde que me encerraron aquí. Tres. Por fuera , me veo tranquila y despreocupada, pero por dentro me estoy muriendo. Este lugar es aterrador. La comida es desagradable, los guardias intimidan y tenemos que usar el baño uno frente al otro. No he usado el baño desde que llegué aquí. Mi estómago me está matando. Lo bueno es que no he comido nada, así que no me entra muchas ganas.

- ____ ,- llamó un guardia mientras golpeaba al otro lado de la puerta de metal.- Tienes visita.- Mis ojos se agrandaron. ¿Quién me visitaría? No he hablado con nadie. Ghost no se atrevería a poner un pie aquí. Eso arriesgaría su vida.

- Ella solo ha estado aquí por tres días y tiene un visitante. Hombre, llevo aquí cinco años y todavía estoy esperando el juicio.- Baker exclamó mientras saltaba de la litera superior.

- Tranquila, Baker.- El guardia siseó mientras salía de la celda. Mis pies aún dolían, pero lentamente se estaba curando. Pasé por todas las otras celdas. Cada día que pasaba junto a ellos, todavía me asustaban.
Caminando dentro de la sala de interrogatorios. Me paré cuando la vi.

-¿M-mamá?- Me atraganté cuando las lágrimas brillaron en mis ojos. Ella me dio una sonrisa triste.

Corrí hacia ella y le di un fuerte abrazo. Dejé que mis lágrimas cayeran mientras tomaba su cálido abrazo. Por una fracción de segundo, olvidé de que estoy en la cárcel. Es como si todas las cosas por las que he pasado la semana pasada simplemente se desvanecieran. Fue solo hasta que el guardia de la prisión arruinó el momento.

- Mantente alejada, reclusa.- El ordenó. Suspiré y me alejé.

- Estoy tan feliz de verte.- Susurré antes de caminar hacia mi asiento frente a ellos. Mi madre se sentó al lado de un hombre con el que no estaba familiarizada. Él debe ser el abogado.

- Hola, srta.____. Soy Douglas Andrews, su abogado. Está enfrentando una acusación bastante difícil. Por supuesto, no es tan grande como el asesinato en primer grado, pero aún así, puedes pasar la vida en prisión.

- Debe haber algún error. No hice eso.- dije. Me dirigió una mirada severa que me dijo que cerrara la boca y que dejara que hiciera su trabajo.

- Como estaba diciendo, la tienes difícil. Debes defender tu caso sin culpar a nadie. Eso te hace parecer más culpable de lo que ya eres.

-¡No soy culpable!- Escupí, golpeando mi puño en la mesa de metal.

- Eso es todo, reclusa. Vas a un confinamiento solitario.- El guardia dijo mientras me esposaba.

-¿Q-qué? ¡Por favor no!,- lloré. -¡Mamá! ¡Por favor, ayuda!- Pero no sirvió de nada, ya que me arrastraron a una nueva jaula, sola y fría.

☾

Estaba más débil que antes. Mi estómago rugió de hambre, pero me negué a comer la comida asquerosa que me proporcionaron. Estaba sola. Mis pensamientos me hicieron compañía, aunque no fueron agradables. Ellos se burlaban de mí. Ellos sabían cómo lastimarme. Más de lo que Ghost podría hacer.

Me acosté en la cama. Mi pulso era lento y mi voz estaba entumecida. No pude sollozar mucho más. Me dolía la cabeza porque lo que quedaba de mi energía se desperdiciaba al pensar. ¿Cómo estoy aún respirando? No sé la hora o qué día es. He perdido la cuenta de cuánto tiempo estuve aquí. No me he duchado en lo que parecieron años.

La puerta roja se abrió y apareció un guardia al otro lado. - De pie, reclusa.- demandó. Seguí sus órdenes y salí de la celda. -¿A dónde me llevas?- Pregunté mientras me llevaba a una camioneta. Parecía que no había visto la luz del sol en años ni respirado la frescura del aire natural de la tierra.