Ghost ☾ j.b. & you ~ Spanish version ~ Terminada.

Capítulo 29 : Planes

El sol salió antes de lo que apreciaba. Decir que he dormido sería una mentira. Cada vez que permitía que mis ojos se cerraran, las imágenes llenaban mis párpados, creando una película de terror que no quería ver. Mi mente no podía dejar de pensar en cómo todo esto terminaría. Mi ayuda podría terminar con la vida de Justin. Esa no era mi intención en absoluto. Solo quería mantenerle a salvo.

Es curioso cómo cambian los roles.

Me retorcí. Estoy agotada pero no quería dormir. No quiero más pesadillas.

Austin se despertó por mis constantes movimientos.

-¿Todo está bien, hermosa?- Preguntó, atontado.

-Sí, simplemente no podía dormir.- Murmuré.

Siento un beso en mi mejilla. El hecho de que no era Justin hizo que lo que quedaba de mi corazón moribundo se hundiera más. ¿Por qué no puede estar aquí conmigo? ¿Por qué tenemos que ser tan opuestos?

-Tenemos una reunión a la que asistir. Así que vamos a ducharnos y prepararnos.

Asiento y me levanto de la cama con Austin siguiéndome. Llegamos al baño de su habitación y comencé a desvestirme. Austin puso el agua a nuestro gusto antes de desvestirse. No pude evitar mirarle. Su cuerpo haría que cualquier chica caiga de rodillas.

Entramos en la ducha. Inmediatamente, pude sentir la intensidad entre nosotros. No había ningún secreto para mí y para Austin. A medida que el agua le corría por los bíceps, mis deseos sexuales surgieron en mi mente. Me sentí culpable al pensar en Justin.

-¿Me quieres, no?- Austin sonrió burlonamente.

No dije nada. No debería sentirme así. Acabo de dejar a Justin. No puedo tener relaciones sexuales con otro hombre. Así que no. Pero la tensión sexual era tan fuerte. Me estaba haciendo quererle más de lo que debería.

Austin me apegó contra la pared de la ducha. Mi cuerpo mojado estaba tocando el suyo. Besó a lo largo de mi cuello, haciéndome gemir palabras inapropiadas. Por mucho que quisiera que se detuviera, le permití seguir. Cuando sus dedos encontraron mi vagina, ahora estaba bajo su control.

Mis uñas arañaron la espalda de Austin. No pareció molestarle. En todo caso, alimentaría a su ego.

-¿Sabes cuánto te he echado de menos?-Susurró en mi oído, su voz era entrecortada por lo que sucedía entre nosotros.

Gemí en respuesta mientras sus dedos se aceleraban. La culpa me pellizcó el corazón, pero opté por evitarla. Necesitaba desesperadamente un toque delicado que no había sentido por Justin en mucho tiempo. Estaba tan atrapado en el trabajo que no podíamos hacer nada m. Todo lo que me daba era una discusión y una golpiza. Austin me trataba como un ser humano maduro. No como un niño.

Mi espalda subía y bajaba contra la pared negra de azulejos. Austin quitó los dedos para reemplazarlos con su masculinidad. Jadeé cuando él entró en mí.

-Austin.- Gemí, en voz alta.

Austin se movió lentamente dentro y fuera de mí, empujando cada vez más fuerte. El placer que sentía me hizo desearle aún más. ¿Cómo podría estar sintiéndome así? Esto no es correcto.

-Muéstrame cuánto me has extrañado, bebé.- Austin gruñó al sentir que yo estaba lista para correrme igual que él.

En ese momento, Austin se corrió dentro de mí, lo que me obligó a hacer lo mismo. Sonreí ante la maravillosa sensación que me brindó. Una maravillosa emoción física que no había sentido en mucho tiempo.

Terminamos de ducharnos y comenzamos a vestirnos. Ya llegábamos media hora más tarde, lo que no me importó. Toda la pandilla probablemente ya sabía la razón.