Ghost ☾ j.b. & you ~ Spanish version ~ Terminada.

Capítulo 27 : Mal día

-¡Aléjate de ella!- Justin exigió mientras me sacaba de Marcie.

-¡Déjame en ella! ¡Mataré a esa perra! ¡Déjame ir!- Escupí, retorciéndome en los brazos de Justin como un niño pequeño con un ataque de ira.

Justin me sacó de su oficina y me dejó en el suelo.

-¿En qué diablos estabas pensando, ____? -Justin escupió.

-Esa perra lo estaba pidiendo, Justin. ¡Ella me hizo estallar!- Exclamé.

Justin rodó los ojos, sin creer en mi historia.
-Sabía que no podías venir al trabajo conmigo.- Justin suspiró, sacudiendo la cabeza con decepción.

Mi mirada se puso triste. No me arrepiento de haber golpeado a Marcie, odiaba cuando Justin estaba decepcionado de mí.

-Vamos. Te llevaré a casa.- ordenó Justin.

Suspiré y le seguí hasta el ascensor. Sabía que debería estar enojado en esta situación. Justin fue quien no me dijo que él y Marcie fueron algo. Luego tuvo el valor de dejarme con ella, sabiendo que nunca había confiado en ella.

El trayecto en ascensor parecía una eternidad. El silencio incómodo estaba presente. ¿Cómo me volví tan débil? ¿Cómo dejé que un hombre como Justin me hiciera perder la dignidad? Una vez tuve una pandilla y ahora he vuelto a ser el saco de arena de Justin. Esto no es lo que se supone que debemos ser.

Las puertas del ascensor se abren, dejando que el aire fresco se precipite adentro. No me di cuenta de que estaba conteniendo la respiración hasta que me quedé sin aliento. Justin ni siquiera pareció darse cuenta.

Caminamos hacia el auto y entramos. Justin no tardó en salir del estacionamiento y fuimos de regreso a casa. Mantuve mi punto de vista sobre la carretera. Mi mente estaba ocupada con pensamientos desagradables. ¿Qué tan estúpida podría ser?

Austin me amaba mucho. Pude verlo en sus ojos. Me trató como a un ser humano normal. Juntos, éramos dueños de la pandilla. Casi nunca me puso las manos encima a menos que fuera por un acto sexual.

Justin, por otro lado, estoy enamorada de él, pero me hace sentir tan pequeña. Él rompe mi autoestima tanto que soy vulnerable y controlada por él. Esto no es lo que se supone que es el amor.

Estaba tan perdida en mis pensamientos que ni siquiera noté que llegamos a casa. El portazo de la puerta de Justin me hizo volver a la realidad.

Sé lo que tengo que hacer.

Abro la puerta y salgo. El ambiente parece tenso. Tenía ganas de tener un cuchillo para poder andar tranquila. Tal vez estoy exagerando.

Caminé hacia la puerta principal y entro a la casa. Justin estaba apoyado en el sofá, esperando mi llegada. Sabía que una pelea estaba a punto de estallar y no tenía ganas. No quería ser la última palabra para estar fuera de enojo.

-¿Qué demonios te está pasando últimamente, ___? Por lo general, nunca actúas así.

-Te dije que no me cae bien.- Grité, al borde de las lágrimas. Justin me miró.

-Obviamente no puedo dejarte sola.

-¿Y por qué no?- Cuestioné.- No he podido ganarme tu confianza después de toda la mierda que hemos pasado.

-Sabes que confío en ti, es solo que ...

-Obviamente no confías en mí, Justin. O de lo contrario no me hubieras dejado con Marcie.

Justin dejó escapar un suspiro.

-Este estilo de vida es difícil y lo sabes.

Me reí entre dientes con desprecio.

-No, realmente no. Recuerda que mi "pandilla" no es una mierda en comparación con la tuya. Además, se supone que soy tan débil que en realidad dependo de ti como si fuera un niño.-Rompí.

-¡Solo te estoy cuidando! Maldita sea, ¿por qué no ves eso?- Justin escupió.

-¡No me estás cuidando! No me tienes confianza, así que estoy obligada a estar contigo,- pequeños sollozos comenzaron a brotar,- esto no es justo. Te amo, Justin, pero haces que sea difícil estar contigo.

Justin caminó hacia mí y me miró a los ojos. Vi la tristeza y la frustración llenando sus orbes avellana. Estaba dolido por mis palabras, pero nunca lo admitiría.

-¿Cuándo te meterás en la cabeza que no soy fácil de amar?- Él susurró. Estoy jodido y he perdido mucho. Eres lo único que me queda y necesito hacer lo que sea necesario para mantenerte.

Miré hacia abajo. No pude contener su mirada por mucho tiempo.

-Todo lo que hago es estresarte,- le miro de nuevo,- Austin todavía está afuera buscándome y todavía necesitas vengarte del imbécil que asesinó a tus padres ...- Me quedé callada.

La expresión de Justin se volvió confusa y preocupada.

-¿Qué estas diciendo?

Tuve que mirar hacia abajo otra vez. Esto me está matando más de lo que Justin sabe. No somos buenos el uno para el otro y ambos sabemos esto. Este amor tóxico nos está matando lentamente, pero parece que no podemos dejarlo ir.

Seré yo quien lo haga.

-Tal vez sea mejor si me voy. Somos enemigos, Justin. Iba a ser abogada y ahora soy parte de una pandilla. Estamos locos por creer que esto alguna vez funcionará.

-N-No quieres decir e-eso ...- tartamudeó Justin, su voz se quebró levemente cuando dejó caer una lágrima de sus hermosos ojos.

-Puedes encontrar el amor con Marcie de nuevo.- Susurré.

-¡Pero no la quiero!- Justin escupió, enviando escalofríos por mi cuerpo.-¡Te quiero, ___! ¿Por qué no puedes ver el amor que tengo por ti? ¡Eres mi puto mundo! ¡N-No puedes dejarme!

Lágrimas de ira y tristeza corrían por la cara de Justin. Estaba dolido, pero yo también. Me merecía la realidad y algo de normalidad.

-Por favor, no hagas esto más difícil de lo que ya es ...- murmuré.

Justin se rió.

-No vas a dejarme.- Él gruñó.

Cometí el error de encontrar su mirada. Esos hermosos ojos de color avellana se volvieron oscuros . Sabía que Justin no me dejaría ir fácilmente. Después de todo, me secuestró y me recuperó varias veces.

Retrocedí lentamente hacia la puerta antes de salir corriendo. Justin no estaba preparado de mi movimiento repentino, ya que estaba unos pasos atrás. El cielo estaba gris debido a las nubes. Un trueno sonó cuando Justin maldijo mi nombre y me persiguió. No tenía ni idea de a donde iba, pero no podía ser rehén. Algún día se dará cuenta de que lo que estoy haciendo es principalmente de su beneficio.

La lluvia comenzó a caer lentamente antes de estallar en un aguacero. Era difícil de ver y me estaba quedando sin aliento. Miré detrás de mí y no pude ver nada a través de la lluvia.

Lo único que escuché fue a Justin gritando mi nombre antes de darse por vencido con un simple,- Te amo.

Eso dejó una cicatriz en mi corazón por siempre.