El Principio del Final

190 27 9
                                    


Faby Kaban, como siempre debo agradecer tu sabiduría de beta.

Attack on Titan le pertenece a Isayama Hajime.

¡Bueno, que lo disfruten!

...espero alegrarle la noche a alguien *v*

~~

Erwin Smith caminaba a paso rápido por una calle que, hacía tiempo, solía frecuentar. Los alrededores no parecían muy cambiados, sin embargo, se sentía extraño regresar. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que no iba a ese edificio? ¿Desde que no subía esas gradas? ¿Desde que no pasaba el marco de esa puerta? ¿Uno? ¿Dos? ¿Tal vez, tres años? Las preguntas debían esperar, encontró el número clavado sobre la puerta que estaba buscando. Tocó dos veces, porque no eran necesarios más.

Esperó a ser recibido.

El mismo rostro amargo, que conocía muy bien, abrió la puerta, él devolvió el grosero gesto con una sonrisa. Su anfitrión frunció más el entrecejo pero lo dejó entrar.

Levi siempre había sido complicado de tratar, más no difícil.

—¿Café? —preguntó la grave voz del pequeño hombre, caminando hacia la cocina antes de recibir una respuesta.

Erwin estaba seguro que Levi la sabía, aun así, respondió.

—Si, por favor, sin azúcar.

Él siempre había sido un hombre perspicaz, notaba los pequeñas detalles, estaba convencido que esos eran las más importantes. Por ejemplo, una loción después de afeitarse podía decir un sinfín de cosas de un hombre, el maquillaje de una mujer podía relatar sus intenciones, y el exceso de limpieza podía ser un grito de ayuda.

Esa era la razón por la que estaba ahí.

El anfitrión de cabello azabache le entregó una pequeña taza de porcelana llena de la bebida oscura. El hombre se sentó frente a él y se cruzó de piernas. Conocía a Levi como la palma de su mano, fue por eso que empezó a notar cambios en el hombre pelinegro; se sentó al lado de una ventana y miró a través de ella, seguramente esperando que Erwin dijera el porqué de su visita, el rubio se limitó a mirarlo.

Levi estaba distraído, como lo había estado en la última reunión entre él y sus demás profesores. El hombre más joven estuvo perdido en su propio mundo, ignorando lo que ocurría a su alrededor.

Erwin sabía que el otro nunca había actuado así.

...o tal vez... sí lo había hecho.

—Algo te molesta —llegó al punto, Levi lo miró, como si no supiera que idioma estaba hablando.

—¿Dijiste algo?

—Eres un caos —aseguró Erwin.

Levi recorrió su apartamento con la mirada.

—Todo está en su lugar, Erwin. Todo está jodidamente limpio —afirmó el serio hombre—, no sé de qué mierdas estás hablando.

—Ese es exactamente mi punto —el rubio sonrió, Levi entrecerró los ojos y rechinó los dientes.

—¿A qué te refieres?

—Mira tus uñas, gatito —el afectuoso sobrenombre quedó desde que salían, Erwin no había podido deshacerse de él. No había querido—, están desgastadas y blancas. Es señal que has pasado fregando pisos, paredes y platos sin guantes de plástico; algo que, generalmente, no haces.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 30, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Nuestras Vidas No Nos PertenecenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora