Vivir Es Ser Percibido

243 47 5
                                    

Mis más profundos agradecimientos a la linda de Faby Kaban por betear esta historia!

~~

El sonido del reloj era lo único que podía escuchar, el tick tock lo volvía loco. Esta vez se había sentado en la primera fila de la clase, a diferencia del día anterior. El profesor Levi, se limitaba a leer, de vez en cuando lo miraba de reojo para controlarlo.

Eso sólo lo ponía más nervioso.

—¿Perfeccionas el arte de hablar con las personas mirándolas como si fueran transparentes? —preguntó el mayor inesperadamente.

—¿Di-disculpe?

—Me estás mirando desde hace un rato sin decir nada, asumo que tengo algo en mi rostro o... ¿hay algo que me desea consultar Sr. Jaeger?

—No, no, profesor Levi, lo siento mucho; no volverá a pasar —dirigió sus ojos los puños en su regazo.

Al cabo de unos minutos...

—Jaeger —llamó.

Eren lo miró a los ojos.

—¿A quién le pertenece la frase que mencioné antes?

El chico ni siquiera sabía que pertenecía a un libro, esto sólo podía empeorar, el tick del reloj seguía como un pájaro picoteando un árbol en su cabeza, incesante e incansable.

—¿Hamlet? —fue su respuesta.

Levi se puso de pie, caminando hasta estar frente a Eren y con el libro que sostenía lo golpeó en la cabeza.

Dolía un poco, pero sabía que podía ser peor.

—Incorrecto, pertenece a Alice Sebold, 'Desde mi Cielo'; lo leímos la semana pasada. Lo sabría si pusiera más atención en clases.

Y con eso regresó a su escritorio.

~~

—Me odia, estoy seguro.

—No te odia, es un maestro; ellos no sienten nada —respondía Connie, con el rostro sobre la mesa, un poco cansado; era como si el nuevo hobbie de su amigo se hubiera convertido en hablar de cierto profesor—, además, ¿por qué te importa? No es como si lo volverás a ver cuándo salgas de aquí.

—Quiero decir si, probablemente no lo volveré a ver pero, no sé, no puedo explicarlo... cuando estoy en sus clases o-o... aún en la hora de almuerzo... siento como si me está mirando ¿sabes?

Connie estiró sus brazos y meneó su cabeza contra la mesa de madera, haciendo espirales con un dedo y señalándolo con la otra mano.

—De acuerdo, oficialmente estás loco, Eren.

—Tengo mejores cosas que sentarme y oír esta basura —intervino Ymir.

Ymir era una chica alta de cabello castaño, tenía pecas en las mejillas. No asistía a la academia Rose con ellos, pero frecuentaba el café y por alguna razón, salía con ellos. La morena se acercó a otra más menuda y pequeña, con grandes ojos azules y una pequeña boca, Christa era su nombre y trabajaba en el café "Utgard" con Armin. Ymir tenía un gran apego con la pequeña y difícilmente se veía a una sin la otra. Siendo Christa una de las pocas personas —la única, mejor dicho— con la que la chica con pecas era amable.

Armin llegó a la mesa donde se encontraban sus amigos, ajustando la etiqueta que mostraba su nombre en su camisa y sentándose en la silla al lado de Eren, empezó a hablar:

—No crees que tal vez, probablemente, quizás, de alguna forma... —era claro que su amigo se andaba con rodeos.

—Escúpelo, Armin —se quejó.

Nuestras Vidas No Nos PertenecenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora