Los sueños son lo único verdaderamente mío

186 35 11
                                    


Creo que he dejado en claro que SnK no me pertenece, si no a Isayama Hajime.

Una última cuestión, esta historia está ambientada en Alemania.

¡Disfruten!

~~

'Marco está muerto'

Las horribles palabras de Jean lo tomaron por sorpresa, el más alto tenía una expresión amarga y seria, sin embargo su voz no se quebraba ni vacilaba. 'Marco... muerto...' pensaba 'Imposible' ¡No, no, NO!

'Parece que nadie vio cuando ocurrió' dijo el castaño más alto. Eren se estremeció, ni siquiera recordaba cuales habían sido sus últimas palabras con el pelinegro y ahora se había desvanecido... para siempre.

De un segundo a otro se encontraba en el bosque. Debía estar volando, porque estaba casi en la copa de los árboles y el viento agitaba sus cabellos. Gigantes troncos que se enfilaban desde la tierra, no recordaba haber visto unos de semejante tamaño.

Tres figuras estaban arrojadas en el piso sin cuidado. Eren los conocía pero no sabía sus nombres. Era una masacre, habían dejado de parecer cuerpos humanos. Uno estaba cortado a la mitad... no... ni siquiera era la mitad, sólo su cabeza y codos; había sido rebanado limpiamente y estaba rodeado por un lago carmesí.

Otro cuerpo estaba doblado completamente, el ángulo era tan cerrado que era claro que su columna estaba rota, su boca estaba manchada de sangre seca. En un árbol cercano estaban los remanentes de una mujer, había sido aplastada de las piernas por algo con una temible fuerza, era visible su espina dorsal y había sido pulverizada. El tronco del árbol estaba pintado con retazos de sangre.

Eren los conocía pero no sabía sus nombres.

Escuchó un chirrido ensordecedor y frente a él, la figura de una gigante mujer se preparaba para luchar.

Cuando acordó, se encontraba en una cama, todo estaba imperdonablemente ardiente. La sábana sobre él sólo le hacía sofocarse más, la quería retirar, sólo tenía que alcanzarla y...

Le fue imposible, por alguna razón sus brazos no cooperaban.

Se retorció y logró sacar su extremidad, se estremeció al notar que ¡alguien le había quitado los brazos! La comprensión que le faltaba su miembro hizo que vomitara violentamente a un lado de la cama, llenando su boca de un asqueroso sabor ácido. Con sus muñones se apoyó en la cama hasta la orilla. Se sentía enfermo. Sus piernas estaban cortadas a las rodillas y sus brazos estaban hasta los codos, comenzó a gritar con todas sus fuerzas. Llamó por alguien... quien fuera...

¿Qué le había pasado?

Escuchó voces provenir de afuera.

¡Estás demente si crees que dejaré que sigas con esto! —la voz era grave, pero no la reconocía, había algo en el tono que le impedía saber.

¡¿Tú piensas que quiero seguir?! —parecía un grito desesperado, Eren se dio cuenta que pertenecía a una mujer— ¡Aceptaste este trabajo, no puedes renunciar ahora! ¿Quieres ir donde el comandante y decirle que te rindes con la última esperanza de la humanidad?

¡Está muriendo! —el gritó fue desgarrador, Eren no quería saber de quién hablaban.

La última decisión depende de él. Seguir con estos experimentos puede ser nuestra última salvación —la mujer dio el veredicto, la otra voz se quedó callada—. Y si las cosas se salen de su control, ¿recordarás cuál es tu trabajo?

Nuestras Vidas No Nos PertenecenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora