Capítulo 10: Ten cuidado

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Los siguientes días son rápidos, emborrachándome las noches del sábado y domingo en el bar, pero sin ver a Harry. Eleanor se presenta en la puerta de mi apartamento el sábado por la mañana, con una disculpa en los labios y un bote de lubricante en el bolso. Me odio a mí mismo al despedirla, con un pequeño beso de despedida y la decepción de mi cuerpo intacto. Una ducha, una búsqueda rápida sobre obsesión con el dolor en google, y estoy deslizando una camiseta celeste sobre mi cabeza mientras Niall me grita desde la puerta.

El domingo es un tanto de lo mismo, con Liam pasando el día en casa y Niall y Zayn perdidos en una convención de fuegos artificiales al norte de la ciudad. Por la noche, otro bar nos abre las puertas y llamo a Eleanor, temiendo que alguno de los chicos haya avisado a Harry, y eso degrade en una corrida rápida en el baño de hombres. Me molesta que el hecho de pensarlo me ponga duro, pero me molesta aún más que pueda ser una realidad.

Pasa el fin de semana y no vuelvo a ver la cabellera rizada de mis pesadillas hasta que estoy entrando a la universidad, charlando con Zayn sobre qué marca barata de coche debería elegir. Harry está apoyado de lado contra la pared, mirando hacia nuestra dirección, aunque no hacia mí. A su lado hay una chica morena, alta y regordeta, que le sonríe lamiéndose los labios. Prácticamente tengo que tragarme una arcada antes de pasar de largo.

Mi primera clase es Contabilidad, y peleo con todas mis fuerzas para no dormirme. No debería haber salido el domingo, pero Eleanor quería quedar y no me veía con la seguridad suficiente como para estar a solas con ella. Me siento un fraude a su lado, como si no pudiera soltar una sola palabra sin mentir. Además, lo único que pasa por mi mente cuando ella está cerca es Harry; en realidad, últimamente siempre tengo a Harry en mente, pero se multiplica cuando Eleanor está conmigo.

Apenas puedo disfrutar de un maldito polvo con mi novia sin pensar en el chico de rizos, siendo un completo capullo. Niego, intentando centrarme en la clase, pero el hecho de mover mi cuello hace vibrar mi clavícula, y la herida tapada con la gasa palpita, distrayéndome aún más, y haciendo que me revuelva en el asiento. Tengo un mordisco, humano, mandando sensaciones de dolor a mi maldito y corrupto cerebro, que además, las disfruta. ¿Hubiera creído algo de esto unos meses atrás, cuando veía la universidad como un nuevo paraíso de tranquilidad y fiestas? Puedo asentir hacia las fiestas, pero de ninguna manera hay tranquilidad en mi vida.

Mi sexualidad está en duda, mi duradera relación está en duda, mis estudios están en duda...mi vida completa está en duda. ¿Y qué he necesitado? Ah sí, un chico de ojos verdes y gran disposición a conseguir un "sí" sobre un pionero "no". Un chico al que sólo le interesan los agujeros calientes donde se pueda meter material biológico sin orden de salida. No, no soy así.

Y no lo entiendo, porque si Harry fuera de otra forma, su actitud fuera diferente o sus palabras, o los rumores que corren de él; quizás hubiera cedido al principio, o quizás hubiera cortado de raíz. Pero no, es él, con un encanto alimentado por cumplidos vacíos ajenos y una belleza inmerecida. Niego de nuevo, queriendo salir de aquella clase y tomar un poco de aire fresco, ver a Eleanor y tatuarme en la frente una gran "H"; de hetero.

-¿Qué ocurre, Tomlinson? ¿No está de acuerdo con la ideología de Adam Smith?- la voz grave del profesor me saca de mis pensamientos como si me hubieran tirado encima un balde de agua fría, los alumnos a mi alrededor se giran hacia mi asiento. Me encojo de hombros antes de contestar, estúpidamente.

-No...no es eso...lo siento- digo, sin querer meterme en una discusión de ámbitos económicos a esas horas de la mañana. El profesor duda, niega, y sigue con la clase. Ni siquiera puedo concentrarme en clases, cosa que antes incluso disfrutaba. Debo sacar a Harry de mi vida sí o sí.

Con ese pensamiento, las clases se acaban y me encuentro con los chicos fuera, incluido Harry. Los saludo a todos, exceptuando el chico que espera una mirada vacía, y que no recibe ni eso. Casi puedo ver su molestia por el rabillo del ojo. Más centrado en los disimulados cambios de actitud de Harry, me encuentro hablando con Niall, Zayn y dos chicos más que comparten clase con ellos; cuando, sin ser consciente, acepto ir a un bar a las afueras de la ciudad esta noche, donde toca uno de los chicos que acompañan a mis amigos, Joseph.

Pain {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora