CAPITULO 5 LA COCHERA

297 21 1
                                    

Narra Damia

- Damia voy a salir un rato, iré a la escuela – oí la voz de Leone nuevamente sacándome de mis pensamientos.

- Ah... ah sí, que te vaya bien Leone – dije parándome mientras tomaba los platos y los llevaba al fregadero.

- Regresare al rato – me dijo mientras se dirigía arriba.

- Está bien – conteste.

Me puse a lavar los platos mientras pensaba que podría hacer mientras tanto, después de un rato, casi al terminar de lavar, Leone bajo y se acercó a mí.

- Entonces me voy – dijo y de pronto sentí en mi mejilla el roce de sus labios.

Me voltee algo sorprendida y una mano la dirigí a mi mejilla, me quede viéndolo mientras él sonreía nervioso y volvía a ponerse rojo como un tomate.

- Adiós – se despidió y se fue.

No podía creer lo que acaba de pasar, sin duda alguna eso había sido algo innecesario, pero por alguna razón desconocida en mi estómago sentí algo parecido a un revoloteo de mariposas, pero ese cosquilleo me advertía que algo iba a cambiar y valla que lo hizo...

Después de hacer algunos quehaceres en la casa, me dedique a buscar la forma de salir en la noche sin que Leone se diera cuenta, pero en la noche era muy peligroso. Decidí ir a la cochera para ver que podía encontrar, entre y encendí la luz, al parecer la cochera de la casa de Leone parecía tener años sin ser limpiada o acomodada.

Al ver eso pensé en retirarme y hacerlo después, pero sabía que no tendría otra oportunidad de hacerlo. Comencé a recorrer la cochera buscando cosas que me pudieran servir.

Pero sabiendo que no tenía idea de cuál era la hora exacta a la que volvería Leone, decidí ir por una escoba, recogedor, un trapo y cubeta, para poner de pretexto el hecho de querer pagarle lo que hizo por mí con algo de limpieza.

Claro que si había algo que no quería que supiera me haría la víctima para evitar un regaño de su parte, a pesar de que conocía algunas cosas por el mes que pase en el hospital y por el cual él se la paso cuidándome, no sabía a ciencia cierta qué tipo de persona resultaría ser.

Qué tal si era un chico de esos acumuladores de basura, o algún miembro de alguna pandilla o compañero de algún gánster, o tal vez un asesino, que la verdad no me sorprendería.

Pero aún no planeo morir, tengo un objetivo el cual cumplir, concentrándome en lo que hacía logre acomodar un poco de la cochera, encontré un bate de béisbol, un hacha, varios palos de hockey, un balón de futbol y de baloncesto, además de una raqueta de tenis, termine acomodando varios tablones de madera, logre encontrar una bicicleta que por el polvo se estaba echando a perder, su cadena estaba oxidada y le hacía falta un aceitada en los frenos, encontré también varias herramientas de carpintería y electricidad, .

Todo eso logre acomodarlo, ya solo faltaban unas cajas que estaban apiladas como si fuera parte de una mudanza, me daba curiosidad saber lo que ahí había.

Pero antes de poder poner mis manos sobre esas cajas escuche la voz de Leone, me quede quieta, no sabía cuánto tiempo había pasado limpiando, sin saber que hacer decidí quedarme en la cochera como si no lo hubiera oído entrar o llamar. Tome la escoba y barrí la basura que acaba de sacar y la puse en el recogedor, fue cuando al voltear me sobresalte un poco al ver a Leone parado enfrente de la puerta con cara de preocupación.

- Oh Leone... - dije sobresaltada – no sabía que ya habías...

- Damia... - contesto interrumpiéndome – creí que algo te había pasado – dijo dándome un abrazó, aunque su agarre me lastimaba un poco.

AMOR PSICÓPATA (SEGUNDA TEMPORADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora