CAPITULO 10 REGLAS

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Narra Damia

El dolor era insoportable, las heridas ardían cual fuego, sus mordidas me hacían daño, sus cálidos labios igual hacían daño al succionar mi sangre como si fuese un vampiro alimentándose.

- M-mi... castigo... - repetí en un susurro.

Las lágrimas salían de mi cara, quería pararme, pero no podía moverme, de algún modo me acostumbre a que él era quien mandaba. Paro de repente y alzo su cara, me vio y sonrió, sin embargo, un aroma dulce comencé a notar en el ambiente, Toby igualmente lo sintió.

Se paró como un felino que ve el peligro, aquel aroma comenzó a inundar mis fosas nasales, era un olor dulce, como el de mis sueños, un aroma a rosas, lo cual comenzó a producirme asco, pero de un momento a otro Toby volvió a la posición inicial y sus manos comenzaron a tocarme, metiéndose debajo de mi blusa, parecía que estaba desesperado.

Sus labios los llevo hacia mis heridas y nuevamente comenzó a succionar la sangre que ya no salía, me dolía. Quería gritar y quitarlo de encima, pero un placer me comenzó a llenar.

Cerré mis ojos mientras dejaba que Toby me tocase e hiciera lo que quisiera, ya bastante tiempo separada de él tenía, volteé mi cara hacia la venta y abrí mis ojos, pero al hacerlo, el mismo ente de antes, que había logrado ver en la casa de Jeff, estaba ahí parado sonriendo.

Sin dudar le hable a Toby, quien no me escuchaba, estaba siendo controlado por el maldito aroma que seguía llegando cada vez más fuerte.

- Toby.... ¿Quién es el que.... está afuera de la ventana? - No hubo respuesta, solo seguía con lo suyo. - ¡Toby! – grite más fuerte pero no había reacción. – ¡Maldita sea!

En ese momento Toby subió su mirada y beso mis labios, con toda la fuerza que tuve abrace a Toby y lo hice pararme, el me tocaba y me seguía el beso como loco, en sus ojos podía ver que aquel color café estaba cubierto por un sutil brillo violeta.

No era él. Al parecer él no había reparado en las armas que llevaba, tal vez había soltado el bate, pero el hacha la seguía yo llevando, sin dudar, de pronto avente a Toby a la cama, hice todo tan rápido, agarre el mago del hacha me acerque a la venta y sin importarme romperla, lance un golpe directamente al ente, aunque él se transportó hacia el suelo, justo debajo de la ventana y mi hacha había quedado clavada en la pared.

- Esto solo lo hace más divertido – dijo aquel ser con una sonrisa y voz seductora – pronto serás mía.

Después de aquello, logré desprender el hacha y me metí de nuevo al cuarto, Toby yacía tendido en el suelo, mientras se levantaba.

- Toby – dije fuertemente para ir ayudarlo.

- Offenderman... - susurro él.

En ese instante me quede quieta al oír aquel nombre. Sabía que aquel ente ya lo había visto antes, estaba segura de haber escuchado su nombre. Pues era él quien también me había privado de estar con Toby.

Narra Jeff

Subir, bajar, trepar, correr, caminar, sentir el aire en mis pulmones. El ejercicio estaba resultando estimulante y muy positivo, aunque no podía sacarme de la cabeza a esa maldita chica.

No podía dejar de imaginar sus ojos sin vida mirándome con terror, su sangre en mi cuchillo decorando el piso de mi sótano, sus entrañas abiertas para mí y su cara con una linda sonrisa tallada, en las mejillas.

Quería hacerle pagar por esa humillación que me hizo, pero también quería divertirme con ella. Era una de las pocas chicas que, a pesar de su exquisito olor a miedo, se enfrentaba.

AMOR PSICÓPATA (SEGUNDA TEMPORADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora