AMOR PSICÓPATA (SEGUNDA TEMPORADA)

CAPITULO 1 NUEVO AMANECER

Narra Damia

Lentamente mis sentidos comenzaron a despertar, sentía un poco de frío en el aire, me sentía cansada y adolorida; no sabía en dónde estaba, mis parpados los sentía pesados y lentamente los comencé a abrir, todo lo veía borroso, los sonidos estaban mezclados y no muy claros.

Estaba aturdida, comencé a ubicarme, las imágenes se empezaron a aclarar y por fin escuche aquellas voces y entendí todo.

- Doctor está despertando – oí a la señorita que llamaba al doctor desde la puerta.

- ¿Signos vitales? –

- Todo bien –

- Señorita ¿está bien? ¿sabe dónde se encuentra? - escuché decir al doctor

- Toby... - fue lo único que dije.

- Al parecer está bien, déjenla descansar y cuando despierte llámenme – escuche que dijo aquel doctor a las enfermeras.

- Sí doctor

Y así sin más volví a cerrar mis parpados, las imágenes se arremolinaban en mi mente, cada una de las escenas del pasado se repetían como una película, hasta el momento del disparo.

- ¡TOBY! – grité despertando de esa pesadilla que había sido real.

- Señorita – me dijo la enfermera y dirigiéndose a otra le dijo - llama al doctor.

- ¿Qué? ¿En dónde estoy? ¿Dónde está él? - Pregunte a la enfermera

- ¿Quién? No querida solo te encontramos a ti.

Al terminar de decirme esto dos gruesas lagrimas rodaron por mis mejillas, y cerré los ojos no podía ser que Toby estuviera muerto, me negaba aceptarlo ya que una parte de mi más mi instinto decían que aún estaba vivo.

Al abrir los ojos vi que entraba el doctor, me hizo una revisión para ver cómo me encontraba, al parecer me habían atendido a tiempo, la bala aunque había acertado no me había dado en el corazón si no a un lado de él; pero lo que me daba vueltas en la cabeza era saber ¿quién había llamado a la policía y a la ambulancia? y ¿dónde estaba Toby?

Después de la revisión del doctor unos agentes de policía entraron y me preguntaron sobre los sucedido, pero al no entender todavía el idioma no sabía qué hacer, uno de ellos le hizo de intérprete y con eso me fue más fácil responder a todo, pero al parecer no querían creerme, y por lo tanto me encerrarían ya qué era sospechosa del asesinato de aquellos jóvenes que habitaban la casa donde sucedió todo, hasta que de pronto entro un chico él cuál me dejó confundida su actitud.

- ¡Ah! Gracias al cielo estás bien.

- Espera no puedes entrar aquí ¿quién eres? – le pregunto el policía que era mi interprete

- Soy su hermano y estaba preocupado por lo sucedido – dijo aquél chico contestando en mi idioma.

- Entonces ¿fuiste tú quien hizo la llamada? – preguntó a aquél chico.

- Así es.

- ¿Señorita usted lo conoce? – Me interrogaron.

- S... sí, él... es mi hermano – conteste con un poco de vacilación pero que los policías no detectaron.

- Bien entonces nos puede decir exactamente ¿qué fue lo que paso esa noche? – preguntaron directamente sin siquiera hacerle conocer mi historia, puesto que todavía dudaban de que fuéramos hermanos y quien no lo haría teniendo en cuenta que no nos parecemos en nada.