Mil y un pétalos

Octavo pétalo

«Qué hermosa tarde pasamos hoy.

Fue muy divertida, vimos una serie que ya habíamos visto, pero nos dio igual y la comentamos como si fuera la primera vez.

Esta será la primera -y probablemente la última- vez que diga esto: Ganaste.
Tu hermoso dedo chupado quedó dentro de mi oreja, espero y estés contento... ¡cochino!
Vas a ver que te la voy a devolver.

Y es que, ¿no te gustaría seguir viviendo más días así?
Sentados en el sillón, juntos, riéndonos de cualquier estupidez, yo intentando dormir y tú que no me dejas, compartir unas ricas botanas... Esto debe repetirse más seguido.

Hay que asegurarnos que eso pase, porque estamos muy cerca de lograrlo...

¡Sorpresa!».