«Okay, comencemos...
No recuerdo si fue hace un mes o tres semanas, pero discutimos un poco.
Fuimos por un elote (romántico, ¿no?) y estabas molesto conmigo porque no me puse mi sudadera. No le tomé tanta importancia, a final de cuentas, qué era un poco de aire.
No amarré a Lola porque igual me molestó un poco tu actitud, salí de la casa y te esperé afuera, a ver si salías, pero no lo hiciste. Fui a la esquina, y aún no salías. Regresé a la casa y estabas muy molesto, y cuando llegamos al puesto, decidiste irte. Si yo no te hablaba, te hubieras ido.
Admito que si me molestó tu actitud. Yo también no me debí haber puesto en ese plan de "no me importa lo que digas, hago lo que quiero", porque en ese momento no pensé bien las cosas, no pensé que estabas cuidándome, lo tomé como una manera de molestarme, no sé por qué y no preguntes, a veces no me entiendo ni yo.
Me disculpé contigo y tú conmigo, pero siento que debo volver a hacerlo.
Lamento mucho si mi actitud llega a molestarte algunas veces; sé que soy algo enfadosa, insoportable tal vez, pero es que yo no lo decido. Hay veces en que ni yo sé lo que hago ni por qué, actúo sin pensar es algo que realmente odio de mi, bastante.
No te pido que perdones todas mis estupideces, pero sí que las entiendas y tengas un poco de compasión por una chica que no siempre sabe lo que hace, porque la tienes en las nubes y su único pensamiento eres tú».
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Mil y un pétalos
Romance«No me gusta hacer promesas, temo a no cumplirlas. Sin pensarlo y sin saberlo, te hice una aquella noche de tristezas y lamentos». F.