UN VERANO EN SEÚL | TAENY |

Camerino

Tiffany caminaba muy nerviosa detrás del hombre musculoso y alto que la escoltaba, era la primera vez que le pasaba algo así. Ser invitada a los camerinos de su grupo favorito era algo que jamás pensó vivir, pero estaba pasando y temía despertar del sueño en cualquier momento.

–Es aquí. –El chico dijo con su calmada y grave voz. La puerta en la que estaban decía claramente en un pedazo de papel brillante. "SKY-T".

¿De qué quería hablar la chica? Pensó Tiffany.

No es que ella tampoco quisiera verla, no iba a hacerse de rogar, aún recordaba sus toques y los besos que ella le repartió por el cuello. Tal vez Taeyeon quería decirle que no le dijera nada a nadie para no dañar su imagen, después de todo, las noticias hablaban demasiado de la marca en el cuello de Taeyeon. Ella también se hubiera vuelto loca y ansiosa por saber, si es que no fuera la autora de los problemas de la cantante.

Si aquel era el caso, Tiffany iba a decir que sí, sí a todo lo que dijera la cantante. Porque era alguien a quien admiraba, no tanto como a Hyoyeon, pero la admiraba.

–¿Entrarás? –Preguntó el hombre con una sonrisa.– La señorita Taeyeon no suele hacer esto.

–Sí, entraré. Gracias por traerme. –Contestó amablemente la chica. ¿El hombre musculoso esperaba hacerla sentir especial con sus palabras? Taeyeon no era ninguna santa, Tiffany siempre supo que las cantantes eran mujeres experimentadas. Todos en el fandom lo decían y sí que lo comprobó en el clóset aquella vez.

–De nada. Te estaré esperando en la entrada de seguridad para llevarte de vuelta a tu asiento. ¿Está bien?

–Está bien, muchas gracias. –Tiffany le dedicó una sonrisa al chico y este se fue por el gran pasillo.

Tiffany respiró profundamente para combatir los nervios. Se dio una mirada rápida de pies a cabeza. Se desabotonó un botón de su blusa para que estar un poco más descubierta. ¡Solo por el calor! Se veía muy bien, no se puso lápiz labial esta noche porque su labial favorito se lo llevó Taeyeon.

¿Ahora qué hago? ¿Tocó la puerta? Se preguntó.

La puerta estaba sin pestillo, así que solo la abrió. Una habitación blanca le dio la bienvenida. Estaba llena de percheros con diferentes trajes, un espejo con cantidades que nunca antes vistas de maquillaje y un gran sofá de cuero negro en el que se encontraba Taeyeon cubierta solo con una bata color rosa.

¿Tenía que llevar justamente su color favorito? La odiaba.

–Viniste... Temía que los boletos no llegaran correctamente.

Tiffany sonrió al escuchar a Taeyeon hablar. Ella les envió los tickets para el concierto. Ahora que pensaba en el concierto. ¿Cuánto duraba aquel receso? Seguramente le quedaban a lo mucho diez minutos o menos para estar en aquella bonita habitación con ella.

–Gracias por invitarme. –Dijo, cerrando la puerta al pasar. – Hola.

Taeyeon también sonrió y respondió. – Hola, de nada.

–¿Querías hablar? Si es porque temes que diga algo sobre lo que pasó yo...

Taeyeon se puso de pie. La gran bata que llevaba puesta arrastraba el suelo, si se resbalaba, se podía caer. La rubia se acercó a Tiffany y esta se irguió nerviosa, dejando de hablar. Al estar lo suficientemente cerca, Taeyeon colocó el labial de Tiffany frente a sus ojos.

–Me lo llevé aquella vez, perdona.

–Oh. Lo había olvidado... –Mintió. – No tenías que hacer todo esto solo para devolverme un labial.