SOLO UN LUNÁTICO MÁS

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-¿Quieres algo?

-No. Gracias.

Damian siguió vertiendo su té en la taza sin apartar la mirada de él. Desde que bajaron de la moto un silencio bastante incómodo los arropó.

Volvió a tomar asiento en el taburete frente a ella y le dió un sorbo a su taza.

-¿Y cuál es ese problema tan grave?

La voz fría de Raven hizo que el cuarto Robin levantase la cabeza y la mirara directamente.

-Ya te lo dije. Magia negra.

-Te explicas como un libro cerrado. Lo sé. Sé más específico.

Damian suspiró pesadamente volviendo a apartar la vista y se levantó. Al ver la cara interrogante de la chica, le hizo un gesto con la mano mientras salía de la cocina.

-Esto.

Pulsó la última tecla y la imagen salió en la pantalla. Raven se estremeció de solo verla.

Giró la cabeza hacia su derecha para mirar al chico tras ella, que no apartaba la mirada de la pantalla y le daba unos golpecitos rítmicos a la silla con los dedos.

-Eso no explica nada.

-Es un cambiaformas - bajó la cabeza para mirarla - y utiliza magia negra.

Extendió los brazos hacia el teclado rozando a la chica, que se estremeció,  y la imagen cambió.

-Ha cometido demasiados asesinatos en Gotham en solo ésta semana.

Raven volvió la cabeza a la imagen y la analizó.

"Magia negra... "

-¿Qué opinas tú? - le preguntó volviendo a la realidad.

-Solo creo que es un lunático más para la larga lista de Gotham.

-Yo creo que no es solo un lunático. Magia negra, Damian. Sé que ya lo sabes. Todas las personas que he conocido, tras intentar usar magia negra, murieron de forma súbita.

Damian posó sus ojos en los de ella,  que lo miraban esperando. Tragó saliva y volvió a tamborilear la silla con los dedos.

-¿Cuál es el plan?

-Encontrarlo.

-¿Pistas? - volvió la cabeza hacia delante.

-...ninguna - suspiró. No tener información era nuevo para Robin.

-¿Y para qué me has traído?

-Tu sabes analizar el aura de las personas. Sé lo que has sentido al ver al cambiaformas - "¿se ha fijado hasta en eso...? "- salimos por la noche. Canalizamos su aura, le damos una paliza y nos volvemos a casa. No es muy difícil.

"Ya... no creo que sea tan simple..."

Se quedó ensimismada pensando en lo que acababa de decir Damian. Al ver que no iba a hablar más, este se separó de la silla y se acercó a las escalerillas que hacían de puente de la mansión y la cueva.

La chica se dió la vuelta mientras se levantaba al no notar la presencia de Robin.

-¿Y ahora qué? Solo son las cinco.

-A entrenar - respondió con tono divertido llevandose los brazos hacia atrás y subiendo las escalerillas.

-Nunca dejarás de sorprenderme, ¿verdad? - comentó Raven siguiéndolo.

-Eso espero, Rachel.












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