Verano Con Paulina

Cap 1: Así Serán Las Cosas

[Antes de empezar, esta historia es lo que se podría decir la segunda parte de mi "saga de historias" tal vez quieras leer la primera antes de empezar a leer esta para entender mejor]  

Li, una joven de secundaria, de cabello negro y 1.49 de alto, acababa de despedirse de su novio, a quien ya no vería hasta el regreso a clases, tras su despedida, ella empezó a caminar hacia su casa, apenas en la segunda cuadra que se alejó de la escuela, Paulina, una de sus compañera de su salón, de cabello castaño claro, y de casi la misma altura, estaba corriendo hacia ella y la alcanzó tomándola de los hombros.

Paulina: ¡Li! 
Li: ¿Paulina? -Preguntó desconcertada al voltear a verla.
Pau: ¡Hola, Li! ¡¿Cómo estás?! -Preguntó con cierta desesperación y angustia.
Li: Bien... ¿Y tú?..
Pau: ¡Bien, gracias! ¿Puedo ir a tu casa? -Parecía estar nerviosa.
Li: ¿A mi casa? -Ella dejó de caminar y se quedó parada, extrañada por la pregunta de Pau.
Pau: ¡Por favor! -Dijo con cara de resignación.
Li: Hmm... Claro, vamos... 

Li siguió caminando tranquila 

Pau: Mmmm... 
Y Pau empezó a caminar un poco más deprisa.
Li: ¿Hum?
A lo que Li empezó a caminar un poco más rápido para seguirle el paso. - ¿Pasa algo, Pau?
Pau: Ja ja... es que... debo ir al baño jaja. -Dijo nerviosa.
Li: ¡Oooh! Está bien, démonos prisa. 
Pau: Gracias .... ¡Aauuuuch! -Se puso las manos en el estómago y siguió caminando.
Li: ¿Qué tienes? -Preguntó curiosa.
Pau: ¡Nada! Jajaja.
Li: ¿Te duele el estómago? ¿Los intestinos? 
Pau: Un poquitín... -Dijo con un tono quejumbroso.
Li: Oh... ¿Comiste algo que te hizo mal? 
Pau: Algo así... 
Li: ¿Qué fue?
Pau: Una bebida...
Li: ¿Una bebida? -Preguntó extrañada.
Pau: Jajá, sí ¿tú crees? ... ¡Aaauuch!

Durante eso conversación, las chicas ya habían llegado a su destino y Li se puso a buscar la llave para abrir la puerta.

Li: Pues, me parece raro... ¿Cómo puede un refresco hacerte doler tanto? ¿Qué tomaste? 
Pau: Ammmm este ... era de ... toronja...  ¡Aaaaayyy! ¡Uy!

Li intentó abrir la puerta pero se le cayó la llave y se tuvo que agachar a levantarla, estos breves segundos se volvían un infierno para Paulina, finalmente Li abrió la puerta y ambas entraron.

Pau: ¡Li! ¡¿Dónde está el baño?!
Li: En aquella puerta junto a la de mi cuarto. -Le señaló. - ¿Qué no te acuerdas?
Pau: ¡Sí, cierto! 

Paulina corrió al baño y se encerró, pero ya era demasiado tarde. Pasaron varius minutos y ella aún no salía del baño, a lo que Li se asomó a hablarle del otro lado de la puerta.

Li: ¿Pau? ¿Aún estás viva?
Sollozando ella respondió:
Pau: No... Ojala...
Li: ¿Ah? ¿Qué pasa? ¿Te duele mucho?
Pau: Nada... -Dijo llorando.

Li: ¿Pau, vas a salir de ahí? ¡Dime que te pasa!
Pau: Noooo, me quedaré aquí para siempre
Li: ¿Queee? ¡No digas locuras! ¡Ya, dime de una vez que te pasa!
Pau: ¡No puedo! 
Li bajó lentamente la manija de la puerta
Li: ¿Puedo pasar?...
Pau: ¡No, no, no, no, no, no, no, no, no! -Empujó la puerta cerrándola rápido. Li suspiró y se fue a la cocina. Se hicieron las 13:00 hs, Pau todavía no había comido y el olor de la comida que Li estaba cocinando podía llegar al baño, lo que la hacía a Paulina tener más hambre.

Li: ¡Pau! ¿No vas a venir a comer? -Gritó Li desde la sala con una bandeja en manos.
Pau: ¡Y-ya casi voy!
Li: ¿Por qué tardas tanto?

La puerta se abrió y Paulina salió del baño con el suéter escolar atado al rededor de la cintura.
Li: ¿Pau? ¿Qué te pasó?
Pau: Mmmm... Yo... ummm, ¿Qué preparaste?
Li: ¿Hum? Milanesas de pollo.
Pau: ¿Eh?
Li: Es algo así como un nugget pero mas grande... ¿No me dirás que te pasó?
Pau: Yo... Tuve un accidente... 
Li: ¿Aquí en mi casa? Puedes contarme, Pau, somos amigas ¿no?