Verano Con Paulina

Cap 5: ¿Mami?

...Tras cerrar la puerta luego de despedirse de Kevin, Li regresó con Paulina quien se encontraba boca abajo tirada en el sofá.

Li: ¿Quieres un biberón para merendar, Pau? -Preguntó tras cerrar la puerta y regresar a la sala.
Pau: Hum.... No sé... ¿Puedo tomarlo aquí en el sofá?
Li: Claro.
Pau: Está bien.

Luego de tomar su leche, Paulina se quedó mirando la tele, mientras que Li terminaba de lavar algunos platos para luego ir a acompañarla, y al rato, Li se dio cuenta de que Pau se había mojado otra vez.

Li: ¿Pau? ¿Necesitas un cambio?
Pau: ¿Ah? ¡No, para nada!
Li: Ese pañal hinchado dice lo contrario.
Pau: Maldición...
Li: No maldigas, niña.
Pau: ¡Lo siento!
Li: Ven, vamos a cambiarte.
Pau: ¡Pero, Li, es muy vergonzoso! -Dijo mientras Li se la llevaba de la muñeca.

Luego de otro cambio de pañal, Li se dio cuenta de que algo extraño pasaba, Paulina ya no estaba ensuciando su pañal, pero no le dio mucha importancia.

Li: ¿Me ayudarás a preparar la cena, Pau? -Preguntó abrochándole las cintas de su nuevo pañal limpio.
Pau: No lo sé... No tengo ganas...
Li suspiró, la tomó de las manos y la ayudó a ponerse de pie.

Paulina en su cabeza estaba pensando en aquello que quizo hablar con Li, pero una vez más decidió posponerlo para mañana, dio un paso queriendo salir de la habitación, pero Li la detuvo agarrándola de la muñeca.

Pau: ¿Hum?
Li: Espera, Pau.
Pau: ¿Sí? ¿Qué pasa, Li? 
Li se sentó en su cama delante de Paulina.
Li: Hoy antes de que viniera Kevin... ¿No ibas a preguntarme algo?
Pau: Oh, sí... ¡Digo no! -Li la había agarrado desprevenida, pues en ese momento Paulina no estaba lista para hacer esa pregunta que tenía en mente.
Li: ¿Eh?
Pau: Bueno yo... no sé... -Se puso nerviosa.
Li: ¿Qué te pasa Pau? ¿No querías hablar de algo conmigo?
Pau: Bueno...
Li: Puedes confiar en mi ¿no crees?
Pau: ¡Sí, lo sé! Es que... No sé si es una pregunta...
Li: ¿Eh? -Li notó como Paulina estaba cada vez más apenada.
Pau: Bueno, es sólo que... hoy, bueno, no hoy, ayer... bueno, antes de ayer...
Li: ¿Eh? 
Pau: ¡Bueno desde que me vine a esconder aquí! Ya sabes... Desde mi accidente... 
Li: ¿Hum? 
Pau: Desde que me tienes aquí... aunque me avergüences... aunque me nalguees... tú me estuviste cuidando y mimando mucho... 
Li: Oh, sí ¿qué hay con eso?
Pau: Bueno... es que yo... en mi casa...  nunca me tratan así como aquí...
Li: Bueno, en ningún lado van a tratarte así de raro como te trato yo ¿no crees? -rió.
Pau: Cierto, pero... Lo que quiero decir es... O mejor dicho, pedirte... Bueno... Es que...
Li: Recuerda que puedes confiar en mi, Pau...

Pau: Sí... Bueno... Es que... En mi casa... Mi mami nunca está... ella nunca me dedica tiempo, siempre está de viajes... trabaja en una aerolinea... aveces creo que quiere evitarme... -Comenzaba a sonar deprimida. - Y yo, pues... como tú me has estado tratando así de bien... Yo... Quisiera pedirte... preguntarte... 

Li: ¿Sí? -La miraba a los ojos confundida.
Pau: ¿Crees que pueda...? Bueno... Em... ¿Me permitirías...?
Li: ¿Sí...?
Pau: ¿Puedo... llamarte... mami?
Esto último terminó por asombrar a Li.
Li: ¿Mami?
Pau: Yo... Hoy... Te estuve mintiendo... No necesito pañales... Los laxantes dejaron de hacerme efecto ayer, creo que a la noche... Y yo... estuve haciéndome en los pañales a propósito sólo por que me gustaba como me tratabas y el cariño que me dabas... Perdón por mentirte... 
Luego de esta declaración, Li parecía estar molesta con Paulina, y decidió darle lo se había buscado, tomó a Paulina de las muñecas y con un rápido jalón la atrajo velozmente hacia ella, y con ambos brazos, le dio a Pau un fuerte e inesperado abraso, provocando que esta empezase a llorar.
Como una niña que se había criado sola y por su cuenta, Li entendía mejor que nadie lo que Paulina estaba sintiendo.