Cap 2: Decidido, Paulina se Queda.

10.3K 142 36
                                    

Paulina había salido del cuarto de Li para ir a comer y al salir se encontró con Li esperándola, sólo había una silla normal que era la que Li usaba y una sillita alta como para bebés.

Pau: ¿Y esa sillita? -Preguntó nerviosa esperando lo más humillante.
Li: Ahí es donde comerás tú.
Pau: ¡Pero, Li! ¡Yo no necesito una sillita alta! Creo que incluso soy un poco más alta que tú...

Paulina tras decir eso de dio cuenta de que Li la estaba mirando con una mirada que indicaba que estaba molesta y además estaba de brazos cruzados, suficiente como para que no sean necesarias las palabras, por lo que Paulina, para no hacerla enfadar más, comenzó a subirse a la sillita, a lo que Li, rápidamente la ayudó a subirse.

Pau: Yo... Yo podía solita... -se sonrojó.
Li: Jeje, sí, claro. -rió y rápidamente le abrochó el cinturón de la sillita alta y deslizó hacia abajo, la mesita de plástico que esta tenía integrada
Pau: ¡Enserio! -se volvió a sonrojar. - ¡Y también podía hacer eso! 
Li: ¡Aaaww! Cómo digas, pequeña.

Li se alejó de Paulina, que ahora estaba atrapada en la sillita alta, y se dirigió a su cuarto.

Pau: ¡Li, espera! ¿A dónde vas? ¡No me dejes aquí! 

Li regresó de su cuarto, pasó por detrás de Pau y se paró delante de ella sosteniendo un babero.

Pau: ¡Oh, no! ¡Ni creas que te dejaré ponerme esa cosa, ñoña! 

En ese momento Li se enojó y golpeó la mesa de forma intimidante haciendo que Paulina se encogiera de hombros.

Li: ¡Escúchame, Pau! Mientras estés en mi casa vas a portarte bien y vas a ser educada. Y mientras tengas que usar pañal vas a ser una bebita ¿Quedó claro?
Pau: Sí... 
Li: Bien, ahora vamos a ponerte el babero.
Pau: ¡No, Li, detente! .... ¡Aaauuch! -Gritó al recibir una nalgada por la parte trasera de la silla donde sus pompas quedaban vulnerables. 
Li: Si te portas mal, recibirás nalgadas.
Pau: ¡Ya, ya! No me pegues... Me portaré bien...
Li: Así está mejor...

Pau: Auch... Ni siquiera puedo sobarme... -se quejaba mientras sus manos no podían llegar a sus pompis por culpa de la silla.
Li: Si no te gustan, entonces será mejor que vayas empezando a portarte bien, pequeña.
Pau: Sí, sí... Sólo dame algo de comer, ya tengo mucha hambre.
Li: Enseguida.

Li se puso a cortar las carne en cuadraditos pequeños y al terminar le puso a Paulina el plato en la mesita de plástico de su sillita alta.

Pau: ¿Me cortaste... la carne? ¡Yo podía hacerlo sola!
Li: No, porque las bebés no tienen permitido usar cuchillo.

Tras decir esto, Li le dio a Paulina un tenedor de plástico.
Pau: Esto es el colmo...

Y finalmente ambas empezaron a comer.

Pau: ¡Wow, si que está rico!
Li: Que bueno que te guste... Oye... ¿Y cómo les dirás a tus padres lo que hiciste? Ya sabes... Tu broma fallida.
Pau: ¡No, Li, por favor! ¡No quiero decirles! ¡Tú tampoco les digas, por favor!
Li: Bueno, está bien...

Pau: ¿Enserio no tienes ningún problema con que me quede contigo unos días?
Li: De hecho me gustaría si te quedas... Sin Kevin aquí esto será muy solitario... Por mi está bien si te quedas.
Pau: ¡Oh, descuida! Ni te creas que seré como él.
Li: Oh, claro que no ¿te portarás mejor?

Pau: Yo siempre me porto bien.  Aunque debo preguntarte ¿como lograste que esa bestia se convirtiera en alguien decente?
Li: Hum... No lo sé, con mucho esfuerzo, disciplina y determinación...  ¿Tienes tu teléfono y cargador contigo, no?
Pau: Sip ¿por qué?
Li: Pues... Por que te vas a quedar aquí unos días ¿no?  
Pau: Si no te molesta... Pues sí, sería lindo.

Li: ¿Sí?
Pau: Claro... Hablo de que me ayudes a esconderme de mis padres hasta que pase el efecto... 
Li: Oh.

Pau: Por cierto ¿Qué pasó con Kevin?
Li: Nada, él convivía conmigo para poder llegar temprano a la escuela porque vivía muy lejos, ahora está con su familia.
Pau: ¿Y sus papás le dieron permiso? Creo que estuvieron felices de que estuviera lejos de casa.
Li: No lo había pensado así.
-Rió. - Igual le dieron permiso por que estaba a dos días de perder el año. En fin, llama a tus padres ahora cuando terminemos de comer... Y diles que te manden ropa, cepillo de dientes, o lo que necesites a mi dirección
Pau:  ¿Y que les diré? ¿Tráiganme mis cosas porque mi compañera no me deja salir?
Li: ¿Cómo que no te dejo salir? Sólo tienes que ser tierna y pedirles que te manden lo que necesites

Pau: ¡Pero ellos me dirán que vaya a casa por ello!.. En realidad... Dirán que regrese a casa.
Li: Bueno... ¿Y si esperamos a que oscurezca? No creo que querrán hacerte ir cuando esté oscuro.
Pau :Si, es buena idea, además aquí está cerca de las clases y es conveniente.

Li:¿Ah? Pero si las clases ya terminaron. Bueno, cuando oscurezca los llamamos y les paso el contacto de mis padres para que arreglen.
Pau: De acuerdo...
Li: No te sientas mal, Pau... Mañana vendrá el piletero y limpiará la piscina.
Pau: ¡¿Tienes piscina?! -Preguntó emocionada recuperando el ánimo.
Li: Síp, pero está sucia y casi vacía, mañana ya la podremos usar.
Pau: ¡¿A verla?!

Li: Em... se puede ver por la ventana...

Verano Con PaulinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora