Cap 10: Sueños

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Paulina se encontraba durmiendo en la cuna, vistiendo un enterito de cuerpo completo color rosa, y en su boca un chupete que le había puesto Li mientras esta dormía. Se encontraba retorciéndose, rodando de un lado al otro chocando con los barrotes de la cuna que la detenían como a una bebé, de repente, un relámpago sonó muy fuerte afuera, haciéndola despertar. Se despertó exaltada, aparentemente, estaba teniendo una pesadilla, miró a su al rededor y se sentía agradecida de estar en una cuna, pues se sentía más segura, sin embargo, volteó para ver a Li y esta seguía durmiendo, pasó su mano entre los barrotes como si fuera una serpiente hasta llegar a donde estaba Li y comenzó a palmearla y picarla intentando despertarla...

Pau: Li... Despierta... ¡Li!
Li: Hum...ñam... ¿qué? -Se despertaba lentamente y se volteó a ver a Paulina.
Pau: ¡Liii!
Li: ¿Qué? ¿Qué pasa?
Pau: Tuve una pesadilla... ¿Puedo ir contigo?
Li: Hum... Está bien...
Pau: Gracias.
Li: Sube.
Pau: Primero tienes que sacarme de aquí...

Li: ¿Eh? ¡Ah, sí! Perdón, aun estoy dormida. -Levantó su torso usando los abdominales, y quedando sentada con las piernas extendidas, se dio a si misma unas palmaditas en la cara para ayudarse a despertar. Tras esto se levantó y quitó los seguros del techo de la cuna y ayudó a Paulina a salir de ahí.

Pau: Gracias... -Dijo agradecida mientras se metía en la cama con Li.
Li: Oh, está bien... ¿Quieres que te traiga un biberón para ayudarte a dormir otra vez?
Pau: Emm... Bueno, está bien, pero prende la luz antes de salir...

Li: Claro. -Dijo saliendo de su cama, y antes de salir de la habitación, prendió la luz para que Paulina no esté asustada. Entró en la cocina, preparó un biberón con leche tibia, y regresó a su habitación con el biberón en mano, apagó la luz de su cuarto, pero se volvió a meter en su cama, haciéndole compañía a Pau.

Li: Aquí tienes.
Pau: ¡Gracias, mami!
-Dijo agarrando el biberón agradecida y apoyando su cabeza en el hombro de Li.
Li: De nada... Y... ¿Qué fue lo que soñaste?
Pau: Hum... Bueno... Ay, ya no lo recuerdo muy bien...

Li: ¿No te acuerdas?
Pau: Bueno... Creo que estaba en mi casa... Mis padres estaban enojados, creo que conmigo... Al final terminé huyendo de casa... Corría por la calle... Y creo que casi me atropella un auto, fue ahí donde desperté...

Li: Ay, pobre, bueno, estás aquí y nada te pasará mientras Li te cuide ¿sí? - Y terminando de decir esto, la abrazó rodeándola con un brazo bajo su cabeza y pasándole el otro encima de la pansa.
Pau: Ay... Gracias, mami... -Respondió apenada.

Y disfrutando del cariño, empezó a beber de su biberón, sintiéndose en parte apenada por verse como una bebé, por ya no ser la chica fuerte y sin miedo que todos veían en la escuela, pero por otra parte se sentía feliz de tener una "mami" que la cuidara y la trata con tanto cariño. Pronto Paulina volvió a quedarse dormida, pero Li no. Encendió la televisión de su cuarto y vio que eran las 05:56, suspiró, tomó el chupete de Pau, se lo volvió a poner mientras esta dormía y se acomodó junto con ella intentando recuperar el sueño, pero entonces, escuchó un ruido que parecía provenir de la cerradura de la entrada principal. ¿Quién era? ¿Quién podría ser a esa hora y con ese clima tan tormentoso ahí afuera? ¿Su padres? Imposible, no habían avisado nada, pensó en revisar su teléfono pero no había tiempo, escuchó la puerta abrirse. Asustada, se puso a buscar algo detrás de la cabecera de su cama, sacó un sable que tenía escondido y lo sacó de la funda, este no era de madera, era real, estaba afilado y listo, entonces, se paró frente a la puerta de su cuarto a esperar lo peor, se puso en guardia, lista para dar el primer ataque, mientras su pulso se aceleraba, y comenzaba a temblar. La puerta se abrió y entonces Li quedó paralizada al ver quién era.

???: ¿Li?

Li: ¿Mamá? - Se quedó perpleja y con el sable en la mano.

A lo que su madre fue hacia ella y la abrazó mientras que Li seguía desconcertada y sin soltar el sable, pues no quería que el ruido de su arma al caer despertara a Paulina, ni que tampoco se le dañara el filo.

Verano Con PaulinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora