Cara 4

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Todo el campo ha caído en un silencio fúnebre por la noticia, yo trato de procesar y comprender por qué está haciendo esto.

Pero no, simplemente no entiendo.

¿Porque está dejando lo que ha amado desde que era apenas un niño? ¿Que podría ser más fuerte que el amor por lo que haces, para que lo abandones así sin más? Veo cómo se va del campo con paso firme sin importarle las caras de asombro; y el pre- infarto del profesor Flyn.

Me levanto y bajo las gradas de dos en dos para no perderlo de vista, siempre ha sido más ágil que yo a la hora de perderse.

Entramos a los pasillos, ni siquiera se ha enterado que voy detrás de él por lo que tuve que elevar mi voz para que se detuviera.

— ¡Denis! — exclamó cuando veo que no podré llegar a él antes de que cruce por donde se encuentran las aulas de administración.

Al oírme se detiene en seco girando sobre sus talones para mirarme con el ceño fruncido. Su mirada endurecida e inexpresiva hace que un escalofrío viaje por toda mi espina dorsal.

— ¿Qué quieres? — brama con evidente enfado en su tono, muerdo mi labio inferior pensando bien en las palabras que voy a decir para que no crea que mi plan es fastidiarlo más de lo que ya esta.

Sino todo lo contrario.

— Yo... — De pronto todas esas ideas que tenía para comenzar a hablar se van, dejándome muda ante su expresión carente de alguna emoción. Y no, no fue el miedo de ver su semblante el que me dejo paralizada.

Más bien el hecho de que en su rostros ya no había rastros de mi mejor amigo.

Aun así soy capaz de reunir el valor para hablar y preguntarle; — ¿Porque has abandonado el equipo? — el rizado me observa como si fuera idiota.

Alza una ceja y casi puedo ver una sonrisa irónica asomarse por sus labios.

— ¿De verdad estás preguntándome eso? — inquiere con un deje de queja e incredulidad, enseguida me arrepiento de haberlo hecho sintiéndome avergonzada por lo que contesta después.

— Es un chiste ¿a que si? — camina unos pasos más cerca de mí con una leve sonrisa que se borra en el instante en el que habla.

— ¿Crees que mi situación no es motivo suficiente como para querer alejarme de mi sitio estrella"?— hace comillas invisibles con los dedos —.Si me respondes con un argumento convincente entonces voy al campo a retractarme con todos — dice desafiante mirándome con recelo.

Por más vueltas que le doy para encontrar al menos uno de esos motivos no puedo.

No lo hay.

Tiene razón.

Bajo la mirada a mis manos inquietas con una sensación de derrota sofocándome desde dentro. El escrutinio de Denis sobre mí, no lo hace para nada sencillo.

—Eso pensé... — comenta con satisfacción, al notar que no tengo con que objetar a sus reclamo.

Luego sus pisadas en dirección opuesta indican que se ha marchado, una oleada de tristeza agita mi interior y unas cuantas lágrimas logran resbalar por mis mejillas.

Pero soy lo suficientemente testaruda como para que un puñado de estudiantes confundidos por lo sucedido en el campo me vea llorar.

Más cuando levantó la cabeza tropiezo con la mirada de una rubia a la que nunca había visto por aquí, sin embargo no luce como esas chicas que están listas para inventar chismes; pues me mira como si me entendiese de alguna forma.

Por Ti Lo Haria Siempre #2 (Disponible En Amazon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora