Capítulo 11

61.1K 3.5K 977
                                    


Ethan: 

Un rato después de hacerle el amor a mi chica, de la manera mas dulce y tierna,  en su estado mas puro y primitivo, la tengo dormida y satisfecha sobre mi pecho. Le acaricio su hombro sano, dejando vagar mi mano hasta un suave seno aplastado de una manera realmente divina contra mi  pecho grande y duro.

 Siento como su pezón se endurece contra mi piel y sonrío.

Soy feliz. Haber pasado por todo el dolor que he soportado, las torturas, los golpes, la insoportable sensación de soledad, la desolación, valió la pena.

 Valió la pena porque esta es mi recompensa. Mi maravillosa novia. Mi Lía es mi recompensa.

Y todo lo que tuvimos que sufrir valió la pena para saber que al final del día estamos juntos, abrazados, felices y completamente enamorados.

Bajo un poco mi cabeza y le besó la frente. Está preciosa, es preciosa. La mujer más hermosa del mundo entero y es toda mía. Mía por completo. Es mi versión de un verdadero ángel perfecto. 

Vuelvo a por su boca, besándola y ella gime en sueños, inconscientemente abriendo sus labios suaves y rosados para dar acceso a mi lengua.

—¡Ethan,que demonios!— 

El grito de sorpresa y  espanto de mi hermana, hace que Lía salte de la cama, sentándose en ella con todo su pequeño torso al descubierto.

—Dios,¡Que horror!— Vuelve a gritar Kim desde la puerta, tapándose los ojos. 

—¿Kim, qué demonios haces aquí?— Se adelanta a preguntar Lía, antes de que yo pueda hacerlo, mientras intenta cubrir sus bonitos pechos con la sábana, descubriendo así mi virilidad ante mi hermana pequeña.

—Oh, mierda ¡Cubrete, Ethan!— Grita con gran horror —Se supone que este cuarto era de ambas, que lo compartíamos, estúpida— Riñe mi hermana. Mi enojo fluye.

—Kim, que yo no te oiga insultar de nuevo a mi novia— Le advierto molesto — Y lárgate de aquí, vete a otro cuarto.

—Es que no hay más cuartos, imbécil. Sí los hubiera, yo nunca habría dormido en la misma habitación que está— Apunta con desdén a mi chica.

—¡Kim, Ya Basta!— Rujo —Largate de aquí, seguro que encuentras algo.

Mi hermana me mira con su rostro ensombrecido por la ira y seguidamente sale del cuarto dando el portazo.

—Lo lamento, olvidé decirte que compartía el cuarto con tu hermana— Me dice Lía con cara de pena, totalmente ruborizada.

—No te preocupes, nena. No pasa nada— La tranquilizó atrayéndola hacia mí — Mañana volveremos a casa, a nuestra habitación, y a ella se le pasará.

—No sé con qué cara volver a mirarla después de esto— dice contra mi pecho.

Me río y la envuelvo en un fuerte abrazo, apuntándome mentalmente preguntarle por el mal rollo que hay entre ellas.

Kim:

 No sé que le resultó más revulsivo, si haber visto el torso desnudo de Lía o el repulsivo aparato de mi hermano en toda su gloria enamorada. Ver ambos al mismo tiempo sin dudas fue peor. ¡Oh dios! Que puto asco.

Salgo del pasillo que da a las habitaciones ahun con una mueca de asco en la cara, cuando choco con Tom.

—Hey, Tomi ¿donde vas?— Pregunto al adivinar instantáneamente rumbo.

—Donde no te importa, chiquilla— Responde él con cara de fastidio.

—Pues si vas a ver a Lía, sí me importa— Escupo con veneno —Mira, recién vengo de ahí y creo que no te gustará encontrarte con lo que yo vi, guapo— Digo con chulería.

Mía por Completo /Siéntete Mía 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora