V. La triple diosa

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Nota: Recomiendo leer éste capítulo con el acompañamiento de la melodía "Jaina's Theme" de World of Warcraft cuyo enlace dejaré a continuación: https://www.youtube.com/watch?v=cGiQjZ1-9FI

No pasó mucho después de enterarse de toda su situación, el momento aún no había llegado, Lilith no había vuelto, y no había mucho que ella pudiera hacer, pues no sabía qué, así que simplemente esperó, Amaris volvió a comunicarse con ella.

─ Pequeña, la luna me ha dado su sabiduría y te ha brindado su brillo esta noche─

─Amaris, ¿y si dudo?, ¿y si no soy capaz de cumplir con ésta tarea?, ya no sé quién soy, ni qué rumbo tomar, no sé cómo seguir, ni por dónde empezar, mi mundo, mi vida se derrumbó.─

La gata, la miró, con sus profundos ojos, llenos de compasión y acercando su rostro a su mano dijo ─No debes preocuparte, las respuestas llegarán a su debido tiempo, pero ahora, recuerda, mantén la frente siempre en alto─

Dione solo lloró, la confusión, el miedo, sus inseguridades, su pasado, todo estalló en su cabeza, como una tormenta que ignoró mucho tiempo, siempre necesitó un detonante, algo que la llevara de nuevo a ese mundo de tristezas que su mente inconscientemente había creado para ella, ese mundo que había olvidado, ese mundo que solo traía destrucción a su vida. ─No me siento lo suficientemente valiente...─ y su llanto siguió, aclarando más el turquesa de sus ojos.

─Recuerda que la valentía de una mujer, llega cuando su mundo, su existencia se ha deshecho, la duda es solo momentánea, pero tú, tú eres una Lilim, y la elegida de mi señora, la madre luna, siéntete orgullosa de lo que eres─

La muchacha cerró sus ojos, levantó su rostro, sintió como la energía fluía por su cuerpo, secó sus lágrimas miró a Amaris y con la mayor seguridad que obtuvo respondió ─Yo soy más que esta apariencia─

De repente, se elevó del suelo, algo empezó a brillar en ella, su ropa empezó a desvanecerse, dejando al descubierto su blanca y pura piel, su cabello cambió a un tono plateado, casi blanco, confundiéndose con su tez, y sus ojos tomaron la tonalidad verde-mar, aquel color que amaba, pero que dolía. De su espalda brotaron unas violetas alas demoniacas que resaltaban junto a unos prominentes cuernos, poniendo al descubierto su verdadera forma, la de un Succubus.

─Sígueme, vamos a probar tus alas─ Dione lo dudó pues estaba desnuda ─Tranquila nadie nos verá─ Amaris tomó impulso corrió al mirador, saltó y se desvaneció, para re aparecer en el suelo donde el bosque iniciaba, entonces Dione, dejando de lado todo, saltó, abrió sus enormes alas y planeo, Amaris empezó a correr.

Era un gran bosque, que exponía millones de fuegos fatuos, millones de almas perdidas. Avanzaron, la velocidad era lo de menos, una gata, su leal protectora, su más grande guía, una mujer, de belleza poco notada, pero de un gran valor, fuera de su físico, era su vehemencia, su sinceridad, su bondad, lo era todo, fría pero suave como el viento. Sintió como su cuerpo, su mente y su alma se liberaron de todas sus cargas, sintió aquello que Amaris le hizo contemplar, la luna la bañaba con su inmenso y poderoso brillo, que la llenaba, le daba seguridad y calidez.

─Tu piel, es como la de ella─ la gata la miró de reojo ─hoy estás llena de divinidad─

Llegaron a un claro, el cual era conocido para la joven, era el círculo de las hadas, el lugar donde inició todo, pero esta vez estaba diferente, multitudes de fuegos fatuos, hadas y elfos se reunieron rodeándolas, rodeando el círculo, hicieron reverencia, Dione volvió al suelo, sintiendo el pasto con sus pies descalzos, sintiendo como la lluvia llenaba su cuerpo, cada parte de ese cuerpo que llegaba al ideal renacentista, no muy delgado, con caderas fértiles, una cintura que, a pesar de lo ancha, la hacía ver tan única, no necesitaba tener prominentes pechos, pues su cintura era lo que le daba un inicio y un fin a su belleza, y sus largas piernas, blancas, formadas continuando el perfecto trabajo hecho en su cadera, en sus muslos, una mujer, blanca, hermosa, bañada por la lluvia, impregnada por el petricor, su aroma favorito.

Un haz de luz bajó de la luna llena, los espectadores levantaron sus cabezas, contemplando cómo subía la nombrada como híade, siendo de a pocos cubierta con una armadura de brillante color plata, con detalles en turquesa, dejando libres su vientre y media espalda, donde sobresalían sus alas, sus piernas cubiertas por un pantalón con placas adornadas con pequeños lirios de amatistas, y sus pies, con botas púrpuras, terminando con su cabello, adornado con hojas secas de lunaria, las cuales tomaron el pálido rosado del cuarzo que es usado en forma de protección, suelto, sin olvidar su cabello delantero, trenzado con una flor de la misma planta, una flor de lunaria dando el toque final.

─Seres llamados a la oscuridad de la noche, guiados a este sagrario, a este lugar divino, creados por nuestra señora, la doncella, la madre, la anciana... que hoy nos ha bendecido con su esplendor, adorad a quien nos cautiva con su belleza y juventud, quien nos cuida con su amor y su calor, a quien nos ilumina con su sabiduría eterna, y contemplad a vuestra nueva protectora, bañada por la triple diosa, su nueva elegida, Dione la doncella blanca─ finalizadas sus palabra, Amaris hizo reverencia, seguida por los seres del bosque, la doncella sintió que sus características demoniacas, la maldad natural de ellas se convertían, daban lugar a un sinfín de sentimientos de bien, de amor, que la luna le brindó, ese don que aunque siempre tuvo, ahora era más grande, ahora era la doncella protectora.

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⏰ Última actualización: Feb 03, 2018 ⏰

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Dione: el sacrificio Oscuro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora