El chico de las pecas

Capítulo 3

- MARK - Salude al chico con un abrazo espontáneo. Luego a Thony y luego a Albert, que me saludó de forma cordial,  en tres meses ya me había acostumbrado a estos electrónicos estúpidos que no paraban de hacerme reír 

- ¿Qué pasa amiguita? ¿Por qué vienes tan alegre? - Reí por el tono que empleaba siempre Albert, tan cordial, tan caballeresco 

- El sábado conocí a un chico, y... Dios es genial - Reí- Estamos saliendo... Y bueno... Ya sabes como soy

- ¡ANYA! ESO ES GENIAL - Exclamó Mark, emocionado, se había vuelto un excelente amigo para mi 

- SMAMDCD Muero - Exclamé emocionada, mis mejillas estaban calientes, vi a la prima de Jonás, (el que era mi novio ahora mismo) que me sonrió de forma dulce 

- ¿Anya haz visto a Jeyker? - La miré pensativa ¿Jeyker? 

- ¿Jeyker? - Ella asintió y Mark la miro embobado, estaba loco por ella

- Lo vi hace un rato por allá caminando con Jesús - Comentó este y sonreí 

- Ya veo... - Musitó Angela y camino a la dirección que Mark le dijo

- ¿Jeyker? - Pregunté con curiosidad 

- Ese que viene allí - Vi al pecoso hablando con Ángela y asentí 

- OH YA VEO... Así que se llamaba Jeyker - dije cruzandome de brazos 

- SON VECINOS Y NO SABÍAS - Reí nerviosa, la verdad no le había preguntado su nombre, pensé en mi gato, le había puesto pecas, era blanco con manchas rojizas como sus pecas, quisiera que mi pequeño gatito estuviera conmigo, lo adoraba 

- ¿Cómo está el gato? - Vi a Jeyker 

- Bien, no me dejan traerlo así que no he podido traerlo - Comenté con los brazos cruzados, él asintió - Oh sí, Jeyker ¿Me ayudas con la guía de matemáticas? 

- Oh, perdón, estoy haciendo la mía, y tengo que hacérsela a Angela ahora, y jesús hace la suya y le hace una Catherin - Asentí cruzada de brazos

- Bueno, me tocará youtube, gracias - me di la vuelta y seguí caminando en dirección al baño, al abrir la puerta, había mucha gente, pero poco a poco iban saliendo me arregle el cabello de la cara y le escribí a Jonás que viniera a buscarme, mi corazón latía con fuerza... aggg... Camine dando saltitos de vuelta al salón... ya había sonado el timbre para volver a clases, Mark subía con Angela y yo con Mónica que me hablaba del chico que la volvía loca, un electrónico, este sitio era una locura, los contables se creían la gran cosa y siempre llegaban quejándose por dormir a las 9, porque según ellos eso es tardísimo, los mecanicos, son unos destrozos alborotadores, de malas notas, los electrónicos, son buena gente, la mayoría agradable, y con suerte otros extrovertidos, pero excelentes en matemáticas, y luego estamos los gráficos, no sabría describirlos sin sonar presumido, o subestimado, así que no opinaré, entre a mi salón saludando a Jesús, como si no nos hubiésemos visto hace tres segundos en el patio.