El chico de las pecas

Capítulo 9

Los deslumbrantes rayos del sol me hacían abrir los ojos, Dominick no estaba, tras bostezar me estiré, tome la tableta y encendí el IPod, comenzó a sonar Fall in Line, adoraba esa canción, tras lavar mis dientes, caminé a la cocina, había un contenedor con cereal de chocolate, y otro con leche, bajo el bowl blanco estaba una nota. 

" Salí por unas horas, descansa, volveré para el almuerzo, hazme algo delicioso. Iré pronto. 
Te Amo, Dominick" 

Eran alrededor de las 10:30, por lo que simplemente recogí mi cabello y comencé a cocinar animada, bailoteando, hice pasta, hice albóndigas, ensalada de remolacha y papas, busque un buen vino, hice la salsa favorita de Dóminick, y caminé a mi cuarto, tome un paño, encaminándome al baño. 

 Tenía un rato arreglándome, el IPhod reproducía miles de canciones, pero, entonces... De nuevo... Lego House... 

- ¿Quién hizo esto tan delicioso? - Sentí un calosfrío por mi cuerpo al verlo parado en el umbral de la puerta de mi cuarto 

- ¿Te refieres a la comida o a mi? - Pregunté confundida y él río

- Sé que pediste la comida, y a ti... Te hizo tu mamá, vamos a ver... - Sonrío dándome un beso en la frente.  Yo tenía un jean azul claro, una camisa algo ajustada color negra y sobre ella mi suéter universitario verde. 

- Tardaste un poco - Dije poniéndome mis converse verdes

- La reunión se atraso, lo siento... No quise irme, mi padre me llamó. Me hubiese gustado que estuvieras allí - Suspire un poco y caminé hasta él dándole un beso dulce en sus labios 

- No me siento cómoda en reuniones, por eso vivo aquí y no en Rusia. 

- ¿Ya te llamó tu madre? - Lo miré extrañada y negue

- No mi amor... No ha llamado - Me dispuse a servirle su plato algo extrañada

- Tú papá, estaba en la reunión de hoy... Mi padre le ha puesto al día de "TODO" - Me sonroje y deje su plato lleno en la mesa tras el mío, mientras él descorchaba el vino. 

- ¿Y qué hizo mi padre? - Él rió 

- ¿Aparte del incómodo interrogatorio sobre si me cuido o no contigo? - Lo mire divertida

- ¿Y qué le dijiste? - Pregunté riendo

- ¿Qué más podía decirle? Le dije que no hablaría de nada de lo que hacía contigo, y menos con él - Puse los ojos como plato y lo mire con asombro mientras mordí la albóndiga 

- ¿Tú quieres morir cierto?- Pregunte riendo de nuevo

- Pues, siendo sinceros, él no presentó ninguna queja ante mi contesta, sólo dijo " Si lastimas a mi Teniente, te va a ir mal" - Reí con ternura, esas eran las palabras de mi padre... Al que extrañaba como a nadie 

- Este fin de semana cumple mi abuela... No sé si quieras ir conmigo... - Dije de forma baja y él sonrió 

- Dile a la que le pediste que cocinará, que será una excelente esposa - Me sonroje y sonreí

- Yo le digo... Eso la hará muy feliz - Dije probando el vino 

- Haz aprendido bien , pequeña jedi

- ERES UN TONTO - Reí y lo acallé con mis labios.