Capítulo 6: La amas

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Andrew.

Al dar un sorbo al exquisito café negro como la noche siento como el ardor invade mis papilas gustativas quemándolas. ¡Rayos! Es la tercera vez en el día y todo por culpa de Kaith, no puedo parar de pensar en ella. Me está obstaculizando el trabajo y ya me estoy enojando.

Inhalo con fuerza, debo callarme así que giro el sillón de cuero para contemplar por el gran ventanal de mi oficina en la revista Cosmotólitan la gran manzana, en definitiva ya no la conozco pero al menos menos la tengo cerca de mí.

En los últimos años todos me catalogan como despiadado, oportunista e incluso arrogante en lo referente a los negocios, sin embargo, no he escuchado a la primera que se queje de insatisfacción en la cama, todas caen rendidas a mis pies, todas.

Aunque toda regla tiene su excepción siendo la mía ella. Tengo la certeza de que si la hago mía una vez más podría dejar atrás el deseo insesante que me impide conciliar el sueño por las noches. Pero eso no pasará porque ella dejó bien claro que no soy más que un playboy.

La puerta se abrió de imprevisto y con creciente cólera dirijo mi vista hacia ella, creo hacer dado instrucciones explícitas de que no me pasaran llamadas y desde mi punto de vista incluía las visitas sorpresas.

No daba nada de crédito a lo que veían mis ojos.

- Eres una estúpida, tengo el total y absoluto derecho a entrar en esta oficina sin necesidad de que le avises a Drew. Chu largo- hizo seña de que saliera.

- Lo siento Señor no pude detenerla apenas me percaté que iba cruzando intenté que no pasara pero no me hizo caso- Emily una chica menuda de unos treinta y dos años levantaba con nerviosismo sus anteojos, algo característico en ella cuando los nervios hacían acopio de presencia- ¿lla-llamo a seguridad?- tartamudió.

- Yo me encargo Emily, vuelve a tu puesto y procura que NADIE más pase cuando lo indique- camino hasta la puerta sosteniendola- deme diez minutos, cinco con suerte.

Dicho esto la pobre sale despavorida, cualquiera en su primer día.

- Toma asiento, es más, no lo hagas dudo que entre nosotros surjan conversación extensas- dije cerrando la puerta y relajándome en el sillón nuevamente.

Natali frunció los labios con desdén para luego contonear las caderas hasta los asientos frente a mi escritorio.

- No lo son porque no te niegas a hablar conmigo desde que Marcus y yo...

- Llevas con él apenas dos años y medio, ¿qué me dice eso de tí?- ella abre los ojos como platos tocando su pecho con la mano izquierda dando a relucir el anillo de oro adornado con un zafiro inmenso.

- Pues yo...

- Es una pregunta retórica, me hace pensar que era tu carnada para llegar al pez gordo- me inclino sobre la mesa uniendo los dedos y enarcando una ceja- ¿o me equivoco?

Como mantenía la cabeza agachada no disfruté del asombro en su rostro al soltarle semejante bomba. Estaba preparado para todo, realmente todo....menos, ¿lágrimas?

- ¿Cómo puedes pensar eso de mí? Yo he intentado todo para que tú y tu padre tengan una relación amena. Todos los días me culpo por lo que hice Drew y..

- Andrew- dije en tono tosco.

- Lo siento, Drew....- si pensaba que con esa artimaña lograría atraparme, la ambición nubló su juicio.

- No más que yo- deberían medicarla, porque ni loco me involucro con ella de nuevo.

- No me juzgues, cuando sabes que Jake....- enmudeció.

Yo Quisiera (Half-Lives libro #1.3)(#PL2018) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora