Yo Quisiera (Half-Lives libro #1.3)(#PL2018) [PAUSADA]

Capítulo 13: Una aventura.

Andrew.

Todo mundo sabe que las bodas no son más que aquellos espacios en los cuales dos perdonas que se aman profesan la majestuosidad del amor antes sus seres queridos. Bien, no estoy seguro de que Marcus y Natali tengan exactamente un "amor" de cuento de hadas y mucho menos que estén rodeados de gente querida, porque a decir verdad, pagaría por estar en cualquier otro lugar.

Decir que me siento fuera de lugar es poco en comparación con mi estado actual de ánimos. Por suerte para mí, contaba con el apoyo de Kaith. Quien percibió mi inquietud y en todo el transcurso de las nupcias se mantuvo aprentando mi mano, como si quisiera que supiera que ella estaba allí y no pretendía ir a ningún lado.

En todos estos años Kaitlhynn simpre se ha mantenido junto a mí y no he sido consiente de ello hasta ahora.

Al pasear la mirada entre la multitud la contemplo charlando con Marco y Helena, padres de Nico y Liv, se la veía muy cómoda como si los conociera de toda la vida.

Hoy en particular lucía espectacular, con un vestido blanco de encaje en la parte superior y una falda lisa ajustada complementada con unas sandalias de tacón que hacían lucir al máximo sus hermosas piernas.

Cada vez que observaba el contoneo de sus caderas enloquecía. Es increíble que después de tantos años caiga en la cuenta de la hermosa persona que es tanto por fuera como por dentro. Un tanto lamentable que nunca pueda ser el hombre que ella merece.

— Sabes primo— dice Nico dándome un palmaso en la espalda— dicen que la tercera es la vencida pero le atinaste a la segunda.

— Sí, Kaith es una mujer extraordinaria. Soy afortunado.

Una respuesta parcialmente cierta, ¿dónde estamos en la escala de una relación? Difícil saberlo.

— El amor está en el aire— ríe tomando un trago de su coñac— mejor me pongo una mascarilla, no quiero contagiarme.

— Créeme, esperaba esa respuesta. A la mímica señal de amor huyes así— chasqueo los dedos— lo cual es extraño Marco y Helena son grandiosos.

— No tienen nada que ver— hace una mueca de disgusto— sólo no me gusta estar atado, soy un alma libre.

Y era cierto. Nico siempre ha pensado,al igual que yo, que las mujeres deben ser tratadas como reinas. Después de todo, mi madre se encargó de que así fuese. Pero nunca dijo nada sobre tener que casarse con ellas, el matrimonio es muy delicado y el amor un juego incierto del cual no quiero saber nada.

— Nicky, necesito hablar contigo— dice Sarah con mirada suplicante— no quiero que estemos peleados.

Nico me observa gritando un «sálvame» silencioso. Pobre de él, por suerte para mí ahora ha dejado de coquetearme para  centrar toda su atención en Nico.