T R E I N T A Y O C H O

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"El verdadero amor perdona"

Aby


Estaba en mi habitación intentando conciliar el sueño, no podía dejar de pensar en Niall, no podía dejar de odiarme.

La puerta de mi habitación se abrió y la luz se encendió. Fingí dormir para que mi padre se fuese pero oí sus pasos hacia mí. Vi la sombra en mi pared y supe que no era mi padre. Me di la vuelta y vi sus hermosos ojos azules mirarme.

Estaba vistiendo una camisa blanca y unos jeans oscuros, entre sus manos tenis un hermoso ramo de flores. Mi corazón latió con fuerza, no sabía que decir, sentía mi garganta seca.

Se arrodilló ante mí cama y dejó el ramo sobre mis piernas para tomar mi mano. Vi como sacaba un hermoso anillo de su bolsillo y lo colocaba en mi dedo.

No podía creerlo, simplemente sentí que estaba soñando.

—Niall...—El levantó su vista y apoyó mi mano sobre su pecho.

—No puedo Aby... No puedo estar molesto contigo un solo día más. Te amo tanto que quema Aby... Me quema no poder estar junto a ti. Te amo demasiado y soy capaz de aguantar tus inseguridades y tus celos con tal de no alejarte de mí. —No podía evitar llorar, sus ojos parecían decirme toda la verdad.

—No es justo... Yo soy la culpable. En verdad lamento haber pensado mal de ti. —Hablé con dolor. —Tenía miedo, no podía pensar en el hecho de que alguien mejor te arrebatará de mí vida.

—Nadie nunca me arrebatará de tu vida, jamás me iré Aby. Te amo con todo mí ser, tienes mi corazón entre tus manos. —Acaricio mi mano y la beso. — Lamento haberte dado motivos para dudar, debí haberme dado cuenta de que Julie tenía otras intenciones, me deje cegar por el dinero que necesitaba. —alzó su vista y la conecto con la mía. —Lo necesitaba para poder darte el regalo perfecto por nuestros 6 meses juntos. —acaricio el anillo. —En verdad quería algo que demostrará todo lo que te amo y lo hermosa que eres. —Levantó una bolsa y la dejó junto a las flores. —Es todo para ti, porque tú lo vales, tú lo mereces y quiero que lo tengas, quiero que lo uses y te veas al espejo de la manera en que yo te veo.

—Niall... —Se sentó con cuidado a mi lado y me lance a sus brazos.

—Te amo Aby... Maldición, te amo demasiado amor...

—Yo también te amo.... —solloce y lo miré entre mis lágrimas. —Perdóname, por favor, perdóname, no quiero que te alejes por mi culpa. Eres lo mejor que ha aparecido en mi vida y no quiero perderte por mi estúpida inseguridad.

Él sonrió y acaricio mis mejillas secando mis lágrimas, acercó sus labios a los míos y los besó con delicadeza.

—Te amo... —susurro sobre el beso.

—Te amo... —Correspondí mientras me aferraba entre sus brazos.

Luego de estar unos momentos abrazados me separó y me tomó de la mano.

—Ven, quiero que te pruebes tu regalo. —Me ayudo a pararme y me tambalee al sentir un mareo. —Aby... ¿Estás bien? —Mis piernas temblaban y el me tomo con rapidez haciéndome sentar sobre la cama. —Estas muy pálida. —Acarició mi frente. — ¿Has comido algo? —Trague saliva y apreté mis labios.

—Todo lo que he comido lo he vomitado. —me sincere, el suspiro y me recostó nuevamente.

—Te traeré algo para que comas.

—Pero...

—Y lo harás. —Me miró serio. —No volverás a vomitar. ¿Entendido? —Yo asentí levemente. —No déjate que te enferme y menos por mi culpa, no lo permitiré. —su rostro se relajó y se levantó para luego salir de mi habitación. Me acomodé contra el respaldo y suspire, me sentía muy débil y cansada.

Me quedé observando las hermosas flores y el anillo que me había regalado. Tenía una frase grabada en su exterior.

"Eres hermosa princesa"

Mordí mi labio y la puerta se abrió, el entró con una bandeja con un plato y un vaso de jugo. Aparto todo y la coloco sobre la mesa de noche.

—Muchas gracias por el anillo. —Hablé tocando su mano, el me miró y sonreí. —Es muy hermoso.

—Todo sea por que te ames como yo lo hago. —Tomo mi mano y la beso repetidas veces. Tomó la bolsa y me la extendió. —Ábrela. —yo asentí y la abrí. Había un hermoso vestido rosado, era el vestido que había visto en la tienda y no lo tenían en mi talla.

—Lo... Lo conseguiste.

—No dejaría que esa tienda te deprimiese entonces decidí hablar con la diseñadora, estaba muy indignada por que no pudiste llevarlo. Sin mencionar que estaba muy molesta con sus empleadas por cómo te trataron ese día. Me pidió disculpas e hizo este vestido, es un nuevo modelo y dijo que hará una colección de vestidos para chicas de tallas grandes, para que ninguna se sintiese discriminada por que al fin y al cabo todas son princesas sin importar la talla. —Mordí mi labio y él sonrió. —Mira la bolsa otra vez. —volví a mirar y vi que había una caja, la saqué y cuando la abrí mis ojos brillaron. Era una tiara. Él la tomó y la colocó sobre mi pelo el cual era un desastre. —Toda princesa necesita su tiara. —tomó el espejo de mi escritorio y lo acercó a mí. —Mírate, eres una princesa de verdad.

—Pero... Estoy despeinada y... Mira mi rostro... Soy un desastre. —hable con una leve sonrisa.

—Mírate otra vez. —volví mi vista y note su sonrisa. —No importa como luzcas, eres una princesa y tu apariencia no lo cambiará.

Volvió a dejar el espejo en su lugar y me acerque a él para besarlo. Extrañaba tanto sus labios, mi corazón parecía volver a vivir con solo tenerlo cerca.

Y es que Niall era lo que necesitaba para vivir feliz...

Teenage Problems © |njh|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora