Me Too {Dofia}

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Él no sabía que hizo algo malo.

Esa es mi defensa para él. No dije que era porque él me amaba, o porque tenía deseos naturales, no. Fue porque él no sabía que me estaba violando. No dije nada, entonces él no sabía que algo estaba mal. Nada le pasó desapercibido.

Sofia logró sacarme del piso y llegar a nuestra cama veinte minutos después. Me quedé al final de las sábanas, despatarrada como la puta que él dijo que era. Mis piernas no podrían haber estado más separadas, cualquier hombre tendría acceso libre. Mi camisa podría quitarse fácilmente, no me defraudaría. No diría nada. Mis gemidos no serían de placer, serían dolor o una respuesta natural a mis pulmones, pero ningún hombre sabría la diferencia. Ryan no.

Sofía sacó mi pastel quemado del horno y lo arrojó sombríamente. No se molestó en abrir las puertas del patio para dejar entrar el aire fresco, temía que entrara por la ventana. Ella aseguró la cerradura delantera antes de entrar en el dormitorio, incluso la cerró con llave. Ella estaba al borde de la paranoia ahora. Saltó a cada crujido, escuchó voces que ni siquiera estaban allí.

¿Cómo pude hacerle eso? La asusté. Ahora pasará meses sin dormir toda la noche, porque también estará asustada por él. Ella está aterrorizada de él ahora. Y ella está petrificada, me lastimará de nuevo.

Ella entra con la botella de Cabernet. El alcohol es un depresor natural, no me hará sentir mejor, pero cree que la tranquilizará. La estoy animando a beber para que olvide que dije algo. Me gustaría llevarle a mi novia una resaca y una migraña por tenerla como esquiva alrededor de los hombres. Ella no se lo merece, pero el menor de los dos males es el veneno en esa botella.

Me siento con un gemido letárgico mientras se acurruca en la parte superior de la cama. Dejó el rojo a un lado y extendió los brazos como una niña pequeño queriendo ser recogida, se recargó entre sus dedos, indicándome que me acostara con ella.

"Vamos a trabajar en esto" susurró, besando mi sien mientras me dejaba caer sobre su cuerpo. Ella puso las sábanas sobre mis piernas hasta mi cintura y se sostuvo de mi hombro.

Negué con la cabeza mientras me ofrecía un vaso. "No puedo beber eso. Me enfermaré" Sentí náuseas, me siento miserable, no necesito nada para empeorar las cosas. El alcohol no arregla nada.

Sofía tomó la bebida por sí misma a causa de mi negatividad. Ella solo tomó pequeños sorbos y tomó el resto de un trago, dejándolo caer. Unos tres más llenos hasta el borde y ella estará demasiado cansada para estar tan conmocionada. No toma mucho. Una vez que la botella gigante se haya ido, lo último de nuestra primera cita será arrojado a la basura y ella no recordará esta noche.

Sofía me acarició el hombro. "¿Quieres hablar de otra cosa, olvidarte de eso?"

"Han pasado dieciocho meses, he querido dejar de pensar eso por un tiempo" Mis ojos se fijan en nuestro retrato detrás de mí. "Sofía, ¿Cómo puedes estar todavía conmigo? Estoy tan dañada"

"Oye, deja eso" Ella frotó su nariz contra mi cuello vuelto, atrapando sus labios débilmente en mi piel. "No lo estás, Chloe"

"Lo siento" aquí vamos, no es como un adulto se queja. Es como una niña, excepto que en lugar de no tener sentido y poner mala cara, revelamos cada uno de nuestros pensamientos para ser juzgados. Y no tenemos sentido. "Siento que ahora que lo sabes, entiendes por qué todo se sintió tan inestable. Esto es. Eso es lo que te he estado ocultando"

"Ocultarlo sería llevarlo a tu tumba, Chloe," dijo Sofía inexpresiva. "Obviamente lo mantuviste porque sabías cuándo decirme-"

"¡Detente!" Yo grito. Estoy seca, no puedo llorar más. Me siento, lanzando mis brazos. No quiero volver a escuchar esto, ¡Solo desearía haberlo guardado para mí! Dios, he terminado arruinando cosas. "Me lo has dicho antes"