Mis manos sudaban. Los músculos de mi vientre se retorcían y mi respiración era pesada. Estaba sentada en uno de los bancos de la sala de espera para que el doctor Glambolia me recibiera en su oficina. Respiré con profundidad.
—Ojalá estuvieras aquí, Evan —susurré a la vez que miraba hacia arriba y retorcía mis manos.
Una puerta a mi lado se abrió al lado de donde estaba sentada. Al ver hacia aquella dirección me encontré con la mirada del terapeuta que trataba mi caso.
—Querida April —escuché la voz comprensiva de mi terapeuta y sonreí con alivio.
El doctor Glambolia me invitó a entrar. Me levanté y lo seguí hasta entrar en su oficina. Cuando estuve dentro comencé a caminar con lentitud observando cada cosa con mucho detenimiento. Recordaba todo un poco más grande.
El doctor Glambolia me esperaba ya sentado en su escritorio.
Me detuve en frente de la mesa del terapeuta y puse toda mi atención en una fotografía. Estaba él, junto a dos niños y una mujer. Pensé que seguramente era su esposa e hijos.
Sonreí con dulzura y melancolía. El doctor Glambolia me miraba con mucha atención, como si esperara una reacción por parte mía.
—Lamento que todo esto te pasara, April —dijo con una voz muy calmada al ver como yo admiraba aquella fotografía, como si deseara que así fuese mi familia en la actualidad.
—Cada quien elige su camino, doctor. Es esa su esposa, ¿verdad? —pregunté mientras señalaba a la mujer de la fotografía. Glambolia asintió con lentitud.
—Ella... Ya no está en este mundo.
Puse los ojos de par en par.
—Discúlpeme... Yo... No sabía... —dije con la voz cargada de arrepentimiento.
—Tranquila, está bien —me interrumpió.
De pronto me sentí tan culpable y estúpida. Una vergüenza abrumadora se apoderó de mí, tanto así que ni siquiera quise preguntar cómo murió.
—Fue en un accidente de tránsito —respondió como si hubiese leído mis pensamientos —. Murió al instante.
Tragué y me senté en frente de él. Lo miré con mucha tristeza.
—Íbamos a tener tres hijos —agregó.
—Lo siento mucho, doctor.
—¿Y sabes qué es lo peor de todo? —lo observé con intriga —. Que no pude hacer nada para salvarla.
—Puedo entenderlo a la perfección.
—Sé que sí. ¿Ves las cosas de la vida? Tienes a tus padres, pero no a tu hermano. Mis hijos se tienen a ellos, pero no a mi esposa, su madre. Algo que tú tienes les hace falta a mis hijos, y algo que mis hijos tienen te hace falta. Digo, es solo un comentario.
—Un comentario muy cierto —admití —. Supongo que mientras podamos valoremos las cosas que nos da la vida. En algún momento ya no estarán.
—¿Cómo te sientes hoy, April?
—Un poco bien, supongo.
—¿Crees que estamos avanzando?
Me encogí de hombros.
—De acuerdo —aceptó Glambolia —. ¿Puedes contarme cómo era la relación con tu padre después de la muerte de Evan?
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April © |COMPLETA|
ActionApril Howland presencia la muerte de su hermano Evan, y como resultado, decide infiltrarse dentro de la misma organización en la que pertenecía su hermano buscando venganza. Erick Glambolia, es cegado por la incertidumbre y decide hacerle una visita...