Capitulo cuatro.

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POV Harry.

Camino a casa me puse a pensar en lo malo que fui con Myra y quizás en este mismo instante mientras yo pienso en Louis ella estará diciéndoles a sus amigas que soy un gay bastardo. Quiero llamarla y pedirle disculpas decirle que de verdad siento lo que dije pero en realidad no lo siento, no me duele podría vivir sin sentir el daño que le hice a Myra.

(Ve la letra de la cancion que he dejado en multimedia, luego reproduces mientras lees:)

Llegue a casa y estaba todo oscuro y solo se escuchaban pequeños sollozos en la planta alta, debía actuar como si no me importara pero la verdad es que si me importaba y más si era Louis. Subí con calma escuchando de donde provenían los sollozos...Venían de la habitación de Louis. Mierda.

Abrí la puerta lentamente sin hacer ruido tratando de pasar desapercibido. Louis se encontraba de espaldas mirando hacia la ventaba o mejor dicho hacia sus manos, me acerque a él provocando que diera un saltito y se limpiara rápidamente las lágrimas.

-Harry, yo lo...lo siento.-dijo mirando hacia el piso.-Perdón si hice que te preocuparas

Cállate Harry, no vayas a decir alguna tontería

-Hmm.-respondí

-Perdón hacer que te preocupes

Cállate Harry. CALLATE. TE LO ORDENO. Pero mis labios se movieron más rápido que mi mente.

-No me preocupas.-dije.-No me importas

Joder ¿Pero que he dicho? Claro que me importa Louis y como se siente.

Salí de la habitación pasmado por lo que acabo de hacer, ya destroce el corazón de Myra y termine de destrozar el de Louis, soy una mala persona y merezco ir al infierno. Una mano me detuvo y enseguida sentí una cachetada.

-No. Dime Harry. Dime que no me amas, mírame a los ojos y dime que todo lo que tuvimos fueron mentiras, dime que no me amas y me iré.

No sabía que decir, sabía que si hablaba iba a arruinar todo pero aun así hable.

-No te puedes ir.- respondí seco

Una pequeña sonrisa en la boca de Louis ilumino la habitación pero volvió a llorar cuando abrí la boca

-Pero no porque te amé, porque no es así. No te puedes ir por un contrato de legalidad con el señor Grey.-

Mientras decía esto unas rebeldes lagrimas caían por mis mejillas y es que me duele tener que decirle a Louis toda esta mierda aunque no sea verdad porque por supuesto que lo amo y ansió poder volver a besar sus tiernos labios y volver a sentir que es mío, pero a veces el mundo no trabaja a tu favor.

Seamos honestos no me iba a quedar en casa para escuchar como llora Louis y no poder hacer nada así que tome mi celular y llame a Zayn.

*Llamada telefónica*

Harry: ¿Fiesta?

Zayn: Fiesta.

*Fin de la llamada telefónica*

Con esas simples palabras supe que tenía que ir a buscarlo a su casa y salvarlo de Liam, eso del matrimonio es algo pesado y más si tu esposo se empeña en querer adoptar un bebé, Zayn dijo que le encantaría tener un bebé con Liam pero que también son demasiado jóvenes, ñe no son mis problemas.

***

Llegue lo más rápido que pude a casa de Zayn ya quería emborracharme y olvidarme de todo.

-Si si si, adiós bebé.-escuche a Zayn decirle a Liam

-Adiós, te amo.-respondió Liam.-Adiós Harry

Zayn le respondió te amo entre un beso y yo me despedí de Liam haciendo un ademan con la mano.

-¿Y bien? ¿A dónde vamos?-dijo Zayn

-Uhm, ¿A Carpe Diem?-respondí

Zayn dijo si y empezó a reírse. Carpe Diem el lugar número uno donde los homosexuales van a disfrutar de las delicias de la vida, drogas, alcohol, música y mucho sexo inundan el lugar algunos dicen que es un lugar de mala muerte donde no pueden confiar en nadie ni en nada otros dicen que es el paraíso digamos que yo estoy en un intermedio, no confió en las bebidas que me dan si no las preparan frente a mí y no confió en cualquier hombre que se pone a chupar mi pene.

***

Habíamos llegado a un edificio pintado de negro con las letras luminosas de color rojo, dentro era como entrar al infierno o al cielo depende de tu percepción, puede ser maravilloso si te dejas llevar o puede ser un tormento si no dejas que te den una pequeña mamada.

Zayn había escogido la mesa, y estaba buscando a un vendedor y es que Zayn conocía a los mejores, marihuana de alta calidad y la cocaína, ni se diga la heroína que es la mejor, nos sabíamos controlar por eso nunca llegamos a ser adictos, sabíamos cuanta marihuana fumar, cuanta cocaína y heroína consumir era muy difícil que volviéramos al día siguiente para volver a consumir porque nuestro cuerpo lo pedía.

Esa noche me folle a dos personas y deje que me follaran otras dos, todas con los ojos azules y el cabello castaño como Louis si ya lo he botado no sé porque sigo pensando en él.

Después de quince bebidas me estaba cayendo pero fue en la dieciseisava cuando todo se volvió negro y no sabía lo que estaba ocurriendo.

PandemoniumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora