Capitulo ocho.

1.3K 103 16
                                    

POV Louis.

Desperté por el ruido que parecía provenir de la sala de estar, Harry no estaba conmigo así que él era otra razón por la cual levantarme de la cama. Me puse en pantalón de pijama y baje en busca de Harry.

-Si, exacto, ahí.-dijo Harry.-Ah, ahí. No no muévete

Por un momento me espante al escuchar las expresiones de Harry pero a medida que me acercaba a él me fui dando cuenta que simplemente estaba tratando de darle instrucciones a unos hombres para que colgaran un nuevo cuadro.

-¿Cómo estas amor?-dije mientras rodeaba a Harry con mis brazos

-Bien, bebé ¿te gusta el cuadro ahí?-dijo Harry mientras fruncía el ceño y ponía su dedo índice sobre su boca

-Si, esta perfecto ahí.-respondí tratando de esconder mi cara de su cuello.-¿Qué es?

-Cuando se vayan lo podrás ver.-

Asentí y me separe de Harry para ir en busca de algo de comida quizás y con suerte todavía quedaban eses panecillos de arándanos que preparó Amy.

-¡Boo! Ven aquí, amor.-grito Harry desde la sala de estar

Cuando llegue Harry estaba sentado en un sillón viendo sus pies mientras esperaba a que yo viniera se veía tan tierno que podría comérmelo

-¿Qué paso bebé?-dije dándole un besito en su mejilla derecha

-¿Quieres ver el cuadro.-asentí dándole a entender que obviamente si quería.-Bueno, quédate ahí y cierra tus ojos

Escuche cuando la manta fue retirada del cuadro y fue ahí cuando escuche un "ya puedes abrirlos" de parte de Harry. Al abrir los ojos ante mi había un cuadro hermoso que jurarías que es una persona real, las dos personas que estaban en ese cuadro éramos Harry y yo, Harry me veía a mi sonriendo y yo lo veía a él sonriendo exactamente igual como la foto de nosotros que siempre llevo en el bolsillo.

-¿Te gusta?

-Sí, Harry. Me encanta.-

Mi cara estaba siendo iluminada por una sonrisa la de Harry me acompañaba en mi alegría, era bueno estar de regreso pero la verdad es que esto era demasiado bueno para ser cierto y no es que no confiara en Harry simplemente de un día para otro me vuelve a sonreír y a decirme amor.

-Lou ¿quieres ir a desayunar?- pregunto sonriendo

Salí de mi trance y asentí levemente. Harry había cambiado ya no era el mismo chico inocente que no tenía tatuajes y que sus hoyuelos lo hacían parecer más dulce esa fase se acabó mi Harry había sido sustituido por un chico rudo con un percing en la lengua que honestamente a la hora de tener sexo ese percing podía llegar a ser muy excitante. Subí al Audi A4 de Harry no sé a dónde vamos a ir y es que nada importa si estoy junto a él.

-Llegamos.- dijo sonriendo de lado

Llegamos a una cabaña con una chimenea saliendo de ella el lugar era muy pintoresco muy hogareño muy Harry. Al entrar una señora de unos 50 años de edad nos asignó una mesa mientras que yo con los ojos veía para todos lados observando la cabaña, el lugar estaba lleno de cuadros y por un momento sentí que estaba en Canadá.

-¿Cómo descubriste este lugar?- pregunte

-Como hace un año, siempre vengo aquí cada dos semanas.- respondió entregándome el menú

-Escoge por mi.- dije negando el menú.- Harry ¿Cómo has conseguido todo ese dinero que tienes ahora? Digo tienes 19 años y ya eres multimillonario

PandemoniumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora