Criatura n° 4. LA ZOMBIE

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Era mi cumpleaños, mis amigas y yo queríamos explorar un viejo cementerio situado en las entrañas de un bosque que había cerca de mi casa. Entramos en el bosque, era de noche, me pareció más terrorífico que de costumbre, se oía a los búhos canturrear entre la espesura, un escalofrío me recorrió todo el cuerpo. Por fin encontramos el cementerio. Todo parecía estar en su sitio, hasta que una de mis amigas soltó un grito. Todas corrimos hasta donde estaba ella, estaba señalando una de las tumbas... entre la tierra sobresalía una mano viscosa... empecé a temblar.
 De repente salió una cabeza, todas nos echamos hacia atrás, pero ya estábamos rodeadas, de cada tumba estaba saliendo un zombie, gemían sin control, en medio del barullo pude distinguir una palabra: ce-re-bro. Me asusté mucho, estábamos rodeadas por más de treinta zombies, no había salida. Me quedé inconsciente.

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Al despertar lo veía todo borroso, me miré las manos, ya no eran como antes, las toqué, ya no eran suaves, eran las manos de un zombie, me quité la mano sin querer, intenté dar un grito, pero lo único que salió por mi boca fue un terrible y largo gemido. Me había convertido en una zombie.

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