Criatura n° 6. LOS GIRASOLES MALIGNOS

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Cuenta una leyenda que en un lugar cuyo nombre no me quiero acordar, los girasoles eran un tanto especiales, aunque seguían el sol como cualquier otro girasol, por la noche les salían ojos, una boca que formaba una sonrisa un tanto maligna con unos dientes afilados, piernas y brazos. Cuando se ocultaba el sol se transformaban. Se dedicaban a atacar al ganado de los granjeros o incluso a los propios granjeros si tenían mucha hambre, podían devorar familias enteras, y entre todos los girasoles podían arrasar un pueblo entero.

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Un día como cualquier otro, un pequeño girasol vio todo el daño que causaban sus hermanos girasoles i decidió renunciar a su oscuro futuro. El pequeño girasol fue a hablar con el hijo de un difunto granjero el cual murió defendiéndolo de los girasoles, el pequeño girasol le contó lo que ocurría y se hicieron amigos, al cabo de cuatro meses de amistad, los hermanos del pequeño girasol, descubrieron su amistad. Entonces los girasoles fueron creando un plan para asesinarlos. Después de varios meses decidieron la forma de vengarse del pequeño y del humano. El plan de los girasoles era decirle al pequeño girasol que fuera un momento a hablar con el líder y entonces lo atraparían, el niño se acabaría enterando e iría a salvarlo, entonces los tendrían a los dos y los matarían ahorcados.

Y así fue, todo salió según lo planeado, el niño había ido a buscar a su amigo, que no lo veía hacía ya un mes. Cuando llegó al campo donde estaban todos los girasoles siempre, no vio a nadie, pero en seguida divisó a su amigo en lo alto de una colina, estaba sentado a la sombra de un árbol, ya era casi de día. El pequeño girasol estaba llorando, el niño se acercó para preguntarle que le ocurría, pero antes de que pudiera hacerlo, un mar de girasoles salió de detrás del árbol y cayó encima de los dos. Todo se volvió oscuro.

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Cuando despertaron vieron que estaban en un lugar extraño, de fondo se escuchaban voces gritando: ¡Muerte! ¡Muerte! ¡Muerte!

Cuando se dieron cuenta, estaban en la horca apunto de ser estrangulados. Les dieron unas ultimas palabras pero antes de que las dijeran, los ahorcaron.

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