Viernes 09 de Enero del 2015

377 40 3
                                    


“Revoloteos de mariposas"

A través de la ventana del consultorio observo mi reflejo desvaído, casi fantasmagórico, flotando sobre el Ávila.

Mi rostro pálido, una mata de cabello castaño, y grandes ojos
ámbar que me miran cuestionándome sin descanso. Suspiro. Parece mentira que pronto comenzaré a
ejercer como Psicólogo. Sí, en este momento estoy de espaldas a lo que será mi consultorio, cortesía
del buen Doctor .

—¿Qué te parece?

Me pregunta el hombre mayor con mirada de cariño. Su nombre es Víctor Kim. Dr. Víctor
Kim . Alto, macizo como un toro, con cabello canoso y ojos inquisitivos. A quien conozco desde hace varios años.

Se podría decir que él sería mi única familia, solo que no nos unen lazos de sangre .
Bueno yo no tengo lazos de sangre con nadie, que yo sepa...
Observo con detenimiento el espacio. Sí, me gusta, es todo lo que se necesita para trabajar. Un saloncito amoblado parcamente con dos sillones orejones cómodos, una mesita y un escritorio. Todo
muy sencillo .

—Es perfecto, gracias—sonrío de oreja a oreja agradecido.

Es curioso pero estoy comenzando una etapa nueva de mi vida. Sí, se podría decir que tener mi propio consultorio sería una nueva etapa. He trabajado tanto para lograr mis metas casi hasta el
punto del desmayo; después de todo si estás solo tienes que luchar .

—Entonces podrás comenzar el lunes, ahora solo hay que darte a conocer—pones sus manos en
mis hombros—. Vendrás conmigo más tarde a un cóctel de beneficencia. Allí habrá gente importante, quiero que te regodees con lo mejor de lo mejor de Corea.

Suspiro

—Sí, padrino—digo casi en un tono infantil.

El Dr. Kim siempre ha tenido mucha fe en mí. Quizá más de la que merezca. En parte gracias a
él he logrado ser quien soy, Kim Ryeowook, y no solo una niñito anónimo y perdido que pudo
haber acabado en las drogas o algo peor. En la nada.

Me estremezco solo de pensarlo...

Más tarde me encuentro recorriendo tiendas en búsqueda de un traje de cóctel, tengo un dinerito ahorrado que me servirá, debo causar buena impresión "a la gente bonita de Corea".

****

El Hotel Pestana Corea se me presenta imponente y hermoso, por supuesto nunca había venido y rápidamente me quedo maravillado. Al entrar al salón de fiesta me deleita el aroma de las flores que lo adornan y la suave música de fondo que invita a la tertulia. El Dr. Kim se mueve confiado y me lleva del codo como su joven acompañante. Presentándome a tantas personas de renombre como
puede. Doctores, empresarios, magnates y figuras de la farándula. Habla con ellos con soltura elogiando mis logros como si yo fuera la panacea de la psicología moderna.

¡Uf...joven inexperto eso es lo que eres!

Por lo menos parezco que encajo en ese ambiente dado a mi bello traje, zapatos y accesorios a juego. He puesto especial cuidado en mi cabello que cae lacio y brillante.
Me permito saborear el vino que me han servido... Mmm... delicioso. Se desliza dulce y frío por mi garganta, y me relaja un poco de esta procesión de nombres y caras nuevas.

Aprovecho un momento
en el que mi padrino se encontró con otro colega, y comenzaron a hablar de golf y Country Club,
para escapármele un rato, me siento mareado y francamente incómodo, necesito algo de aire fresco.

Al salir a la enorme terraza estoy más aliviado por la suave brisa que acaricia mi faz. La verdad, es que me he sentido tenso en este ambiente tan nuevo para mí, muy a pesar de estar bajo la tutela de mi padrino. Camino lentamente admirando la vista que se abre ante mí. Es espectacular. El atardecer
comienza a teñir la cúpula celeste y nubes arreboladas de hermosos tonos anaranjados y violáceos
flotan etéreamente sobre el Ávila. Me apoyo en el borde extasiado.
De repente siento unos ojos sobre mí.

Yo Soy Tu CandidatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora