Ya en el bar, sentado frente a Jong Woon, las palabras de mi padrino hacen eco en mi cabeza.
—¿Estás relacionado con un narco?—rompo de repente sin ton ni son.
Parece realmente sorprendido.
—Sí, pero no como piensas—admite con recelo.
Me incorporo en el asiento. Ha captado mi atención
—Era el esposo de una prima. Hace dos años, más o menos, tuvimos que engrasarle la mano para que le dejara tranquila y se fuera del país—Se encoge de hombros como si sobornar a un narco fuera cosa de todos los días—. De alguna forma se coló la noticia, y bueno, los medios de comunicación la han tergiversado. Seguramente también apoyados por mis oponentes. Gajes del oficio, tú sabes.
No, no sé
Así que mi padrino sí tenía razón después de todo. Está relacionado. Mis dedos juguetean con mi pelo mientras sopeso mis sentimientos acerca de lo que me acaba de decir.
—En mi línea de trabajo es necesario conocer todo tipo de gente, no sabes en qué momento puedes necesitarle. Además, tengo todo tipo de contactos. Te sorprenderías. Conozco gente, es lo que hago. La vida política no es blanco y negro, RyeoWook. No quiero que te involucres en eso, solo concéntrate en mí. Lo demás es irrelevante. —su tono cada vez más seco.
— ¿Y crees que yo puedo obviar ese detalle?—levanto una ceja.
—Sí, me gustaría que lo hicieras—dice muy serio.
—Eres bastante cínico.
—A la medida tuya.
—No estoy jugando; es en serio.
SuspiraSe soba el entrecejo en señal de frustración.
—¿Sabes? Es atosigante que la gente siempre se haga ideas absurdas sobre mí. Me animaría mucho que tú no lo hicieras. Hoy fue un día bastante difícil, la verdad—se le ve agobiado.
Bueno si estaba tan agobiado para qué me invitó a salir en primer lugar.
—Bueno.
Mis ojos vagan por el local. El bar es un ambiente joven y casual decorado con letreros vintage de
los años 50 y 60, lámparas Tiffany y mesas de madera. La iluminación es suave, a media luz.—Bienvenidos a nuestra noche de karaoke —dice un chico que trabaja en el local, está hablando
por un micrófono, desde una pequeña tarima—. Invitamos a todos aquellos cantantes de corazón que vengan a deleitarnos con sus voces. Tenemos una variada selección de canciones para todos los
gustos—casi inmediatamente se levanta una chica muerta de la risa y trastabillando un poco, debe haber bebido mucho. Comienza a cantar “La vida loca” de Ricky Martin, de manera muy desentonada y exagerada. Sus amigos la apoyan.Miro a Jong Woon de reojo mientras tomo un trago de mi perfecta y helada cerveza. Quizá debería animarle un poco. Yo también puedo ser encantador cuando quiero.
— ¿Te gusta el karaoke?—le pregunto a Jong Woon para cambiar la atmosfera
—No. Tengo dos oídos izquierdos ¿y a ti?
—Bueno, podría intentarlo—finjo inocencia y me deslizo coquetamente del asiento.
Su mirada oscura sobre mí mientras se muerde el labio.
Esto va a ser divertido.
Se reclina en su silla, con los brazos cruzados y una sonrisa bufona. Y yo ya estoy en el pequeño escenario escogiendo la melodía que me va acompañar.Elijo una canción divertida para animar al acongojado diputado.
—Demos un aplauso a la encantadora Laura—se escuchan unos pocos aplausos para despedir a la desatinada intérprete de la "vida loca".Acto siguiente tengo el micrófono en mi mano y comienzo a interpretar “Solo se vive una vez” de Azúcar Moreno, como es una canción que conozco bien no es necesario ver la letras flotantes en la pantalla y puedo inyectarle más sentimiento y ánimo, mientras disfruto de ver la hermosa faz de Jong Woon entre sorprendido y fascinado.
¡Caíste!
La gente me acompaña con las palmas, y al finalizar—como era de esperar—me da una ovación de pie; hago una reverencia exageradamente ceremoniosa para poner la nota cómica.
Jong Woon sale a mi encuentro llevándome de la mano a nuestra mesa, cuando llegamos allá, me
toma en sus brazos.—Estoy impresionado.
—Tomé clases de canto. ¿Estás más animado?
—Claro que sí—sonríe.
Luego me besa tomando mi cara con sus pequeñas manos.
—Estaba encantado viéndote. Eres el más bello cantante—susurra en mis labios.
Nos sentamos y de inmediato nos traen las entradas. Nunca antes había probado los deditos de
mozarela. Son muy ricos, solo que dejan los dedos grasosos. Justo cuando pienso que sería buena idea ir al tocador a lavarme bien las manos, Jong Woon toma mi mano derecha y comienza a chupar mis dedos uno a uno sin dejar de mirarme, con ardor. Llevándose la grasa con su tibia boca y francamente también mi raciocinio.¡Dios!... Llamen a los bomberos
—Este... me dijiste que tenías hermanos—comento como para evitar la combustión espontánea.Estamos en un lugar público, por Dios.
—Sí,—me sonríe con los ojos. Enlaza su mano a la mía depositándola en la mesa—dos hermanos mayores, soy el más chico—hace un mohín que me hace reír.
Que adorable.
—Así, que eres el consentido.
—Me temo que sí.
—¿Y tú?
—No, no soy el consentido—...de nadie—cuéntame de ellos.
—Siwon lleva las empresas de la familia. Bada mi hermana, es trabajadora social. Está muy
inmersa en eso, sobre todo en lo que se refiere a los niños huérfanos. Se encarga del departamento social de nuestra empresa y es muy buena en eso. Además están mis sobrinos los mellizos: Hyungsik y Jun Ki. Tienen 5 años.—Y tú no trabajas en la empresa?
—No, no me llama la atención la vida empresarial. Aunque sí tengo mis acciones e inversiones. Sé cómo se trabaja. La verdad es, que me gusta más la política. Me gusta más la refriega, la gente. Creo que se puede hacer una gran diferencia en un cargo público. Mi familia siempre quiso que me interesara en las empresas pero creo que soy más de calle que de oficina—dice con un brillo en sus ojos, se nota que le apasiona lo que hace.
—Escuché que vas a postularte a otro cargo.
—Puede—dice y por su lenguaje corporal sé que no quiere hablar de eso.
—Me tienes intrigado. Dímelo
Niega con la cabeza—No bebé. Las paredes tienen oídos. Nunca se sabe quién está viendo y escuchando.
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Yo Soy Tu Candidato
Fanfiction"Autora: Miranda Wess" Esta Es Una Adaptación Sin Fines De Lucro. ♥La romántica, sensual y apasionada historia de amor entre un noble psicólogo y un joven diputado...♥