Lunes 12 de Enero

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Estamos ante la entrada del restaurant y Jong Woon ha rodeado el carro para abrirme la puerta.

Estoy gratamente sorprendido.

Vaya, es todo un caballero.

Me tiende la mano y me hala hacia él apenas me incorporo se pega a mí dejándome anclado entre la puerta abierta del carro y su cálido cuerpo, sus manos descansan sobre el auto. Estamos tan cerca sin tocarnos. De la nada esa electricidad. Subo la mirada y me topo con sus ojos negros intensos, dilatados, fijos en mí. Me cuesta respirar y como si fuera un imán mi boca se atrae a la suya. Nos fundimos en un beso largo y delicioso, sus manos tomando mi cabeza enredándose en mi cabello, guiándome a su antojo. Explorándome. Seduciéndome.

Mmm...Sabe tan bien como lo recordaba...

—Me gusta besarte—susurra juntando su frente contra la mía en un extraño momento de intimidad.

Los dos apeados entre la puerta del coche en pleno estacionamiento.

Gracias a Dios está oscuro.

Todavía no puedo respirar. Así que sigo mudo mientras Jong Woon cierra la puerta. Y me lleva de la mano al restaurante.

¡¡Caballero mis polainas!!

— ¿Qué te gustaría tomar?

Sopeso las opciones, no tengo mucha experiencia con las bebidas alcohólicas. Salvo las cervezas y un poco de ron barato en mis tiempos de estudiante universitaria. Miro a Jong Woon por encima de la carta. Quizá debería pedir algo sin alcohol. Sí, he de tener la cabeza fría con este hombre pero de inmediato abandono la idea. Definitivamente necesito algo que me relaje, la ansiedad me está consumiendo. Sin darme cuenta acaricio un mechón de mi cabello como un reflejo.

—Está muy callado Dr.

Y dale con el chistecito de Doctor.

Abro la boca para contestar pero justo en ese momento una rubia despampanante,—sospecho que
para nada natural—se acerca a nosotros.

—Jong Woon, que gusto verte—ronronea y sin esperar a que él se levante le planta un beso en cada mejilla, inclinándose y dándome una visión de sus operadas tetas. Y a mí se me para el pulso.

Es una de sus modelitos de seguro. Alta, rubia, con una servilleta como vestido.

¡Carajo!

Se me revuelve el estómago.

—Olivia que sorpresa.

—Tiempo sin verte querido......—le acaricia el hombro con sus largas uñas—He venido con unos amigos pero ya estoy de salida. Deberíamos quedar un día de estos...—sonríe demasiado encantadora para mi gusto mientras bate sus largas pestañas—. Llámame... —se retira pavoneándose.

—Un Long Island Thea, por favor—le digo al mesonero que acaba de llegar. Sí, quiero algo
fuerte, definitivamente quiero borrar el sabor amargo de esa rubia visión.

—A mí un vodka tonic—el mesonero que se retira con prontitud.

Jong Woon me mira pensativo.

—Olivia es amiga de la familia—aclara

—¿De verdad?...parece que te tiene mucha confianza—trato de parecer indiferente, no lograndolo por cierto.

Se inclina toma mi mano y la aprieta con suavidad.

—De verdad—me dice muy serio mirándome directamente a los ojos.

Como no pienso pasarme la noche viéndole las marcas de sus rubios labios me estiro y las borro con la servilleta. No aparta su mirada de mi cara.

Yo Soy Tu CandidatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora