➳Ser Madre.

Séptimo mes

Revisaba las pistas que teníamos, nada tenía sentido...Al principio parecía algo grave, varios ninjas renegados querían iniciar una guerra de nuevo...

Pero ¿Cómo lo harían?

Envié a los mejores ninjas para capturarlos para que se acabe de una vez con todo...sabían que si se consideraban una amenza los ninjas más fuertes irían por ellos...

《Los ninjas más fuertes》

Nada tenía sentido...a menos que...sea una distracción.

El sonido de una exploción me alertó, era cerca de la entrada de la aldea.

Por un momento me olvide de tí y solo fui a defender nuestro hogar.

Había al rededor de una docena, no era por alardear, pero con mi susanoo podía acabarlos.
Sin embargo, había un pequeño detalle.

No podía usarlo.

Usaba una gran cantidad de chakra y por una razón que yo ya veía extraña me hacía falta. Demasiado.

Incluso usar un gengutsu me quitaba gran cantidad de chakra.

Podía usarlo...sí.

Pero adelantaría el parto y es lo que no quería. Solo tenía siete meses.

En lo que me daban su absurda charla del porque quieren comenzar una estúpida guerra, yo me debatía en que hacer.

No quería arriesgarte.

Solo me quedaba usar Taijutsu.

Después de su parloteo decidieron atacar. Activé el sharingan, sus armas que se dirigían a mí pasaron en camara lenta frente a mis ojos para luego esquivarlas.

Acumulé una cantidad de chakra en mi puño el cual impacté contra el suelo abriendo grandes grietas que los mandaron a volar.

Para mis ojos no paso desapercibido que había una barrera, algunos ninjas de konoha querían entrar; Chou, Hima y demás conocidos, sabían que no debía pelear en mi estado.

Intenté ubicar al tipo antes de que se levanten, pero en un abrir y cerrar de ojos su lider estaba frente a mi.

Estampó su puño directo a mí, pero lo detuve con mi brazo, ocasionando un sonoro ruido por el impacto de chakra.

El sonrió ladino - tal y como imaginamos...la novena no puede usar su chakra...

Ahí lo entendí, querían guerra y creyeron que matando a la hokage la tendrían. Quizá, pero aún así no se lo dejaré fácil.

Su pierna iba directo a mi vientre, pero la detuve con mi rodilla.

No tenía tiempo, en cualquier momento mi chakra se agotara por el sharingan.

Los demás me rodearon dispuestos a atacar, estampe al lider contra el suelo para luego desaparecer.

Un clon tal y como supuse.

¡Katon goukakyuu no jutsu!

La mitad fue dispersada mientras se invadían de las llamas. El lider nuevamente me atacó. Esta vez con su elemento rayo, no era tan potente con el chidori, pero esa espada si era peligrosa para ti.

Esquivé y esquivé, intentaba buscar un punto para noquearlo, pero mi vista me comenzaba a fallar.

¡Maldita sea!

Encontré un punto y acumulé chakra de nuevo, con un solo golpe era suficiente, pero al momento de atacar, el chakra que acumulé desapareció.

Con mi fuerza logré impactarlo al suelo, pero no fue suficiente.

Tomé unos segundos para asimilar la razón. Era muy extraña.

Uno de ellos se levantó a toda prisa directo hacía mi. Iba a aparecer detrás de el para noquearlo, pero uno apareció debajo sujetando mis piernas.

El ardor en mi labio se hizo presente y el sabor a óxido invadió mi paladar.

Ya estaba harta de la situación.

Active el sello de mi frente para luego aparecer el puño de mi susanoo que impactó contra el suelo. Con un flechazó me encargué del lider.

De a ver sabido que sería algo sencillo lo hubiese echo desde un principio.

Pero, todo el agotamiento calló en mi, las marcas de mi sello desaparecieron enseguida y la vista se me nubló.

Me arrepentí de haber actuado así al sentir como mi cuerpo perdía la fuerza.

La voz de mi madre me hizo voltear, detrás de ella venían las demás.

《Venían》

Por mi cabeza pasó como un flash que la barrera ya no estaba.

Todo pasó en menos de un segundo, vi la cara de horror de Chouchou y al voltear, era tarde para activar mi sharingan o esquivar el ataque, ocurrió tan rápido que ni mis reflejos naturales actuaron.

Mi chakra se agotó de repente.

El que sostenía la barrera controlaba el elemento viento y a toda velocidad impacto hacía mi, su objetivo era tú.

Logré meter mi brazo nuevamente, pero mi fuerza se esfumó, la convinación del elemento con su rápidez ocasionaron que me estampé en varias rocas.

Un dolor punzante se hizo presente mientras escuchaba claramente el ruido de las rocas rimpiéndose en mi espalda.

Me detuve en la última que era la más grande, dejando una marca.

De mi boca salió una cantidad de sangre al impactarme en la última.

¿debía arrepentirme?

El daño ya estaba echo.

El dolor invadió mi cuerpo por completo.

Los ninjas se encargaron de los renegados mientras que veía a mi madre correr hacía mi.

Mi vista se nublo aún más mientras sentía mi cabeza chocar contra el suelo.

Lo último que sentí, fue un líquido en mis piernas y la razón me golpeo: no te pude proteger.