Conociéndote

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-¡Sarada!

La voz de mi madre y sus sarandeos en mi cuerpo me hizo reaccionar. Al instante todo el dolor se apoderó de mi.

Grité al escuchar una punzada en la espalda.

-Ya le avisé a Boruto.

Escuche decir...Boruto. no podía hacerlo sin tí, tenías que estar aquí...

-Creo que rompiste fuente - escuche a mi madre decir mientras me revisaba. Chou me ayudó a sentarme y el dolor se hizo más fuerte, sentí un dolor inmenso en el bajo vientre y al mirar el rostro de mi madre comprobé lo que temía.

-Estas sangrando... - susurró para ella misma - ¡preparen la sala de parto! - grito y cuando me di cuenta Mitsuki me cargaba hacía el hospital, el dolor, el ruido, todo era frustrante.

Intentaba respirar y mantenerme tranquila, pero la voz histérica de Chou gritándole a Mitsuki que se de prisa lo empeoraba.

Cuando se adentró al hospital la camilla ya estaba lista, cualquier movimiento era doloroso.

-¿Dón...Dónde esta? - le logré susurrar a mi amigo.

-Esta en camino...

No podía hacer esto sola, necesitaba saber que estabas a mi lado. Seguro te enojarías, debí quedarme quieta.

Perder sangre era la peor señal en un embarazo, no quería perderte.

La camilla se comenzó a mover y luego la puerta se cerró.

-Tiene que ser natural - dijo mi madre, prefería una cesárea, tenía que ser rápido.

-Hazlo rápido - le dije mientras contenía el dolor - sabes lo que significa el sangrado, solo...

-¡Tu chakra esta casi agotado y tu sello desapareció! - dijo frustrada mientras se ponía unos guantes

-Es muy riesgoso - me dijo la madre de Inojin mientras secaba el sudor que decendía de mi rostro.

-No importa, el importa mas ¡hazlo ahora!

Mi madre negó con la cabeza y divisé lágrimas asomándose - ¡son dos Sarada!

¿qué?

Ni siquiera tuve tiempo de reaccionar.

Sentí un jalón en mi bajo vientre y la voz de mi madre gritar ahora.

Tsunade-sama se acercó y tomó mi mano para que soltará mi fuerza, la tía Ino corrió por la habitación preparando las cosas.

-No puedo...- jamás imagine que doliera tanto, quizá era por la falta de chakra, pero dolía un demonio - no puedo hacerlo - sentí mis ojos arder y al instante mi mejilla mojarse.

-Si puedes cariño - dijo mi madre mirándome - respira profundo y hazlo.

Intenté regular mi respiración como me lo indicaba.

Inhala, exhala.

Estaba haciendo un tremendo alboroto. No podía contener los gritos, mi garganta se secó, pero aún así.

Debía hacerlo, por ti...por ustedes.

Fue mi culpa que estén en esta situación. No quería perderlos, es solo imaginarlo...

¿cómo se lo diría a su padre?

Pude ver en su rostro ilusión con el paso del tiempo.

No podía fallarles, no a ustedes.

Sentía que moriría de cansancio y dolor.

¡Que impotaba yo!

Ustedes se convirtieron en lo más importante.

Si no lo hacía rápido...negué con la cabeza apartando esos pensamientos.

Se convirtieron en mi vida y los protegería sin importar qué.

Tomé la mano de la rubia y regulé mi respiración.

-¡Vamos Sarada estas cerca! - grito mi madre y mande al carajo todo el dolor, pujé y sentí mi cuerpo agotarse al instante. ¿nació el primero? ¿por qué no escuché su llanto? La tía Ino se lo llevó al instante. Quisé impedirlo, quería verte, pero el dolor se hizo presente de nuevo.

-Ya no puedo - sentí mis ojos inundarse, ya no sentía mi fuerza.

-Respira profundo - me dijo la maestra de mi madre con una mirada cálida mientras sentía como me brindaba una parte de su chakra.

Apreté los parpados con fuerza al igual que los labios. Los dolorosos gemidos eran involuntarios.

Respiré profundo, Inhala, exhala.

Apreté los parpados de nuevo y sentí las lágrimas recorrer mi rostro. No quería perderte, no.

- ¡Shanaroo! - grité en mi último intento y tu llanto hizo eco en la habitación.

Quería verte, pero de nuevo te alejaron de mi.

Cerré los ojos mientras sentía el cálido chakra que emanaban en mi cuerpo. Sentía los parpados pesados, pero no debía dormir...tenía que conocerlos.

- ¿cómo están? - le pregunté entre jadeos a la madre de Inojin, ella me sonrió.

-Tu madre los está revisando

Sentí un peso menos en mi, están bien.

-Ahora tienes que relajarte - diji mientras comenzaba a vendar mis heridas, sentía que poco a poco mi chakra regresaba.

-Lo hiciste bien Sarada-chan - me dijo la quinta con una sonrisa mientras terminaba de transferirme chakra.

-Hola...- escuche decir a mi madre con delicadeza, la miré y te tría en brazos, estabas cubierto con una manta azul.

La tía ino me ayudó a sentarme, y mi madre me sonrió.

-Aquí esta el primero - me lo entregó - en jn momento traen al otro. Le diré a Boruto que puede pasar.

Solo asentí.

No podía separar mis ojos de ti.

Mi bebé.

Te veías tan lindo con ese gorrito con puntitos, tu cabello era como el mió al igual que tus facciones.

¿Qué heredaste de tu padre?

¿los ojos? Esperó que sí. Quiero ver esos preciosos ojos azules en ti.

Sentí que mi corazón explotaría. Acaricié tu blanquecida mejilla, era tan suave y fina.

Tus manitas se aferraron a mi pecho y te acurrucaste en mi.

Jamás creí ver algo tan perfecto.

Yo soy tu madre y te protegeré con mi vida, te lo prometo.

Te sentí removerte y luego miré a un lado, ahí estabas.

Tu mirada expresaba más que mil palabras. Tenía tanto miedo, no me pude contener más.

Tus fuertes brazos me rodearon como nunca antes.

-Perdon - me susurraste mientras me apegabas a ti - no debí dejarte sola.

Solo pude asentir, y te miré, tus bellos ojos me calmaron, luego se desviaríb hacía nuestro hijo.

Tu mirada cambió ¿sentías lo mismo que yo? Le diste tu mano y el te apretó un dedo y sonreiste.

Jamás vi esa mirada en ti.

Vi a la enfermera asomarse aún tenía que explicarte que pasó.

-cariño - te llamé para que lo tomes con calma - ya sr porque perdía mucho chakra - reí nerviosa.

-¿es por eso qué esta sano no? - preguntó aún mirándote.

-No... - mi miró y enfermera  interrumpió

-Hokage-sama igual esta en perfectas condiciones - dijo y la miraste y luegoa mi esperando una explicación.

-Son gemelos - solté y miré tus ojos abrirse más.

-¿¡Qué!?

Lucías tan gracioso, quién diría qué serían gemelos...después de todo, los amaba y se que su padre igual...

➳Ser Madre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora