➳Ser Madre.

Tercer mes

Miraba el lavabo del baño, ya estaba harta de esta situación, jamás creí que fuese tan cansado, ahora entendía a la perfección a mis amigas que ya eran madres.

Regresé a la cama y el seguía durmiendo comodamente mientras que yo sufría. Baka.

Me abrazo por la cintura y me apego a el, era tan comodo. No pasaron ni cinco minutos y de nuevo. Maldición

-Te vez fatal - me dijo Chou

-No pude dormir - bostecé cansada - las naúseas no me dejan.

-Es algo normal - dijo Himawari sonriendo

-Supongo - miré a su bebé, era muy tierno.

-¿Quieres cargarlo?

-Claro - lo tome con cuidado y se apoyo en mi regazo, tenía al rededor de cinco meses y ya se sostenía un poco, era niño y se parecía mucho a Himawari - Hola - le sonreí y el a mi.

-¿Puedes creer mi hermano aun no lo carga? - se quejó

-Boruto le tiene pánico a cargar bebés

-¿Y cómo cargará a su hijo? - preguntó Chou con ironía.

-Lo sé, pero...solo le da miedo lastimarlos, no es que no quiera - sonreí

-En eso tienes razón

Después de la misma rutina llegué a casa, las luces estaban encendidas, él estaba ahí.

-¿Boruto? - subí las escaleras y entré a la habitación.

-Si...mañana igual te veré - sonrió - claro yo a ti

Dejó el telefono y colgó, estaba hablando con alguien ¿por qué el yo a ti? Solo lo decía cuado le decía que lo amaba ¿acaso...?

-¡Sarada! - se sorprendió - me asustaste no te había visto.

Baka.

-¿Qué hacias? - le pregunté viendo su semblante

-Constestaba una llamada

-¿de quién?

Pestañeo y arqueó una ceja - de tu hermano...

¿Eran las hormonas? ¿cambios de humor? No lo sé, pero estaba sobre mi esposo intentando quitarle el telefono

-¡¿Qué te pasa?! - preguntó alterado

-¿Por qué dijiste yo a ti? - le quité el telefono.

-Porque es tu hermano y lo quiero ¡estas muy extraña dattebasa!

Y si era cierto, la ultima llamada decía Daisuke...pero aún así.

-¡Idiota!

No se porque lo golpee, pero me arrepentí al ver su mirada de dolor.

-¿¡Qué diablos te pasa!? - se retorció de dolor.

Ni yo se que sucedía, solo apreté mis puños y miré como una gota calló sobre ellos y luego otra.

-¿Sara..? ¿Te sientes mal? - con delicadeza limpió mis lagrimas - ¿Te llevó al hospital? ¿le llamo a tu madre?

Miré su mirada preocupada, lucía tan tierno, solo negué con la cabeza y me apegue a el.

-Estoy bien, no te preocupes - uní nuestros labios en un cálido beso.

-Eres una mujer rara dattebasa - rió

-Idiota - lo empujé y salí de la habitación.

-Espera Sara... - cerré la puerta.

No cambiaras bakaruto.