Enseñando a amar (+18)

Capítulo 5 :Sombrio pasado

"el tiempo puede curar ciertas heridas de ayer, pero hay otras que todavía sangran y aun no se cicatrizan, y los golpes de la dichosa vida, lo vuelven a abrir, para mostrar quien los curaran.
Al salir del departamento, Ofusa solo se reclino a seguirme mientras ella sujetaba mi brazo sin querer soltarlo, por nada del mundo, me dirigí a la moto para ir al Lago Toluca para ir más rápido posible ya que todo lo tenía encima de mí, era tiempo de desahogarme.
-Alex ¿A dónde vamos? -dijo Ofusa confundida como desconcertada.
Solo le ordene que se subiera a la moto, solo ella asintió con la cara, me sentí algo incómodo al saber que ella me abrazara para evitar caerse.
Al arrancar la moto y empezar a ir a nuestro destino.

Al principio note a Ofusa un poco rara, no sabía por qué más al arrancar la moto a mas velocidad, mi mente decía que diera más rápido, pero recordé que tenía una pasajera atrás y claro no quería una muerte más en mi alma.

Al llegar el aura cerca de dicho Lago era lúgubre y triste, mas con la neblina que había en el pueblo este residía en las cercanías de Silent Hill.

-Alex ¿Qué hacemos aquí? ¿En Silent Hill??- menciono intimidada por el lugar...

nadie la culpa,este lugar yo se que...bueno ..no es muy agradable
-a veces vengo aquí para, no se pensar, sé que es un lugar lúgubre, pero, me da calma –
dije dirigiéndome al sujetador que había en la orilla de dicho lugar y esplendoroso lago.
-mira sabes donde estuve en esos años, ¿en realidad quieres saber?
De acuerdo te lo diré....
Al cumplir los dieciocho años no tenía ni idea de lo que harías, ya que tenía recién hecha mi vida como doctor, sentí que no me llenaba, que era aburrido a pesar de que me gustaba mi trabajo, no lo sentía interesante como tal ,así que decidí entrar en el ejército, para la mayoría sería algo muy pesado ,pero a mino ,por unas razones tengo mucha agilidad, fuerza, e inteligencia .lo suficiente para ello como adaptarme a ello, claro je no todo iba a ser color de rosa.

-3 años antes. –
Al llegar al campo de entrenamiento note que había una cierta cantidad de hombres y unas cantas mujeres, una de ellas estaba a dos personas de mi, el cielo daba cierto brillo muy resplandeciente como para cegar con muy poco que lo veas, soldados marchando con gorros y trajes de militar, bases  de tamaños distintos y miles de autos y vehículos de grado militar.
Yo parecían un niño curioso al ver todo eso, como mis compañeros.
-VAYA ,VAYA ,veo que hay carne fresca, por aquí.-
Era nuestro sargento Garfias, el encargado de que la militar fuese una joda total, como para otros un maestro, lo cual lo fue.
-Escúchenme ,antes eran el dolor de cabeza del gobierno, de sus maestros y de sus padre, ahora SON MI MALDITO DOLOR DE CABEZA , en este lugar los hare sufrir, los  hare llorar, y los hare llorar como niñitas de kínder, y créanme que aquí van a joderse todos sus huesos y cada maldita partícula suya terminara agotada todos los malditos días de aquí ,hasta que la chingada se los lleve malditos zánganos de mierda ,ahora en este lugar los volveremos hombres de verdad, hombres de bien y si quieres sobrevivir allá afuera ,tendrán que soportarme hasta que uno de nosotros ,se los cargo la mierda , QUEDO CLARO IDIOTAS.
-SEÑOR, SI. SEÑOR- dijimos todos los presentes dando fin a su discurso "motivador",
-bien si lo captaron bien grupo de retrasados, ¡DENME 100 VUELAS A LA EXPLANADA, YA!¡YA!¡YA! ¡YA! –

Al son de su griterío empezamos a correr, y eso fue seguido lo que escuchábamos todos los días, todas las semanas, todos los meses, mas entrenamiento militar, cada día era más arduo, y más fuerte, claro para mí lo empecé  a dominar rápido , eso me hico de amigos
Ximena, Diego, Jerónimo, Ivan, Luis, Anthony y Israel
Como de enemigos como Daniel, un chico que se creía mejor que todos ,pero no conmigo hubo puntos en los que quería golpearlo, pero claro era obedecer, o cuidar la bandera en medio de la madrugada y el amanecer.
Entre entrenamiento, estudio, y castigos entre la lluvia, todos nos manteníamos con Determinación, esperanza y ganas de vivir y hacer lo que queríamos por el resto de nuestra existencia , pero no siempre es fácil de hacer pensábamos que iba a ser sencillo estar aquí , pero nunca imaginamos que el boleto de salir de ahí, seria un adelanto hacia nuestra muerte.
Tres años después de estar en una base militar era más anhelado antes de partir a un destino de donde tal vez nadie regresaría: Irak.