Young love (Lukanette)

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debes hacerlo hoy Marinette, tienes que ser valiente y confesar tus sentimientos hacia Adrien, tu puedes! Tu puedes!  Me dije a mi misma mientras me veía al espejo y me hacía una idea mental de que diria estando enfrente del chico.

A sus 16 años y enamorada de un chico al que no siquiera podía dirigirle la palabra Ja!

Camino por los pasillos en busca del ojos esmeralda dando con el.

Carraspeó un poco con su voz cuando lo encontro, logrando llamar su atención.

-Adrien..- llame, sentía la garganta algo seca y las manos sudando producto del nerviosismo que sentía.

Dejo lo que hacía en su casillero para prestar total atención en mi.

Mire el suelo para después levantar la vista hacia sus ojos profundos y verdes.

-si veras yo...yo quería decirte algo sabes-dije poniendo un mechón de cabello detrás de su oreja

-si...?

-Adrien...tu..tu.. Me gustas-  rápido y un tanto desesperada

Bajo la mirada, significaba una sola cosa.

-Yo..lo siento Marinette, no siento lo mismo por ti-  bajo la cabeza sintiendo sus mejillas arder por la repentina confesión.

-esta bien no importa, adiós.- Salí de ese lugar sin importar si me miraban raro por mi estado, realmente no me importaba.

Choque con algo grande, o bueno una persona, Levante mi rostro para ver al perteneciente de este, encontrándome con un chico con un piel algo bronceada cabello azul un aura tranquila.

-ey cuidado estas bien?- pregunto aquel chico desconocido.

- si...si gracias estoy bien- respondí bajando la mirada.

-segura?-insistió el desconocido.

-si, eh gracias..-  siguió su camino hacia los baños, fue una estúpida idea.

-adiós

**

Adrien.

Realmente me sentía mal por Marinette, siendo un gran amiga, obviamente me sentiría mal por ella, camine tratando de encontrarla, y vaya que lo hice, intercambiaba palabras con un chico para después irse de ahí rápidamente.

El chico se percato de que la situación, así que simplemente me hizo un cara de advertencia.

    Marinette.

El chico misterioso después de mi -penosa situación- me llamo cuando al fin salimos del instituto.
Me llevo a un café y realmente no me negué,.no tenía nada que perder.

–gracias,cual es tu nombre?-pregunte, ni siquiera sabíamos nuestros nombres irónico llevamos dos horas aquí.

–Mi nombre es Luka y el tuyo?-sonrio moviendo la pajita de su malteada.

–Marinette un gusto- sonreí.

–Ahora Marinette, me dirás por que llorabas?- cruzo sus brazos esperando una explicación.

- esta bien, pero no ahora está bien?- sonreí nerviosa, no podía contarle a un -extraño- ya no tan extraño mis causas.

- esta bien, si quieres me lo dices en otro momento me dices, vale?